Nadie del Gobierno español quiere dar información pública y detallada de un hecho tan concreto como el intento de entrada este miércoles en Marruecos de sendas furgonetas con mercancías por las aduanas de Ceuta y Melilla, que finalmente fueron rechazadas en la parte marroquí. El secretismo deja al descubierto la tensión y las dificultades de una negociación con Marruecos para abrir una aduana en Ceuta y reabrir la de Melilla. Unas conversaciones que van camino de cumplir tres años y que han dado escasos resultados en lo que al tránsito de mercancías se refiere. Fue una apuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que la anunció el 7 de abril de 2022 en Rabat como parte de la declaración conjunta tras su encuentro con el rey Mohamed VI. “La plena normalización de la circulación de personas y de mercancías se restablecerá de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo», se leía en la hoja de ruta establecida por ambos países. No ha ocurrido, tampoco este miércoles.
La delegación de Gobierno en Ceuta confirma a este diario el paso de una furgoneta con mercancías hacia Marruecos, pero dice que es Exteriores el que debe informar sobre lo ocurrido en la parte marroquí. El departamento que dirige José Manuel Albares, sin embargo, rechaza concretar siquiera si efectivamente la entrada de las mercancías fueron rechazadas por Marruecos. Lo enmarcan en un trabajo en curso, una primera fase para establecer una aduana que nunca ha existido en Ceuta y que debe reabrirse tras su cierre unilateral en 2018 en Melilla.
«España y Marruecos siguen trabajando en la operatividad de la primera fase del paso de sus aduanas en Ceuta y Melilla. En esta fase, los equipos se centran en los aspectos técnicos y administrativos del proceso», aseguran fuentes oficiales del Ministerio a este diario.
Desde el Gobierno de Ceuta, por su parte, piden por el momento “cautela y prudencia”, y recuerdan que en todo caso la economía de la ciudad “no puede depender de la aduana comercial”, porque los productos que se va a permitir entrar son pocos y de escaso valor añadido.
En la primera furgoneta de la empresa Vivera viajaban productos de limpieza, higiénicos y del hogar, y “se va a permitir solo un camión diario al inicio”, explican desde la portavocía ceutí. “Es más el simbolismo institucional y político, un reconocimiento implícito de que hay dos territorios a los dos lados de la frontera”.
En Melilla, la delegación del Gobierno anunció ayer en rueda de prensa la apertura de un sistema de revisión fitosanitaria, pero no se concretó la situación de la apertura. Allí, un camión que transportaba electrodomésticos y menaje de cocina cruzó por la parte española por el paso de Beni Enzar. Fue la primera expedición aduanera efectiva que se lleva a cabo (sin contar con tres pruebas piloto) desde agosto de 2018. Pero, finalmente, Marruecos devolvió la mercancía.
El Gobierno marroquí no da por el momento explicaciones de lo ocurrido, a preguntas de este diario. Rabat considera que ambas son ciudades que pertenecen al reino. Parte de la élite política marroquí pide su “liberación” y ve con malos ojos la normalización que suponen las aduanas.
Sánchez reconoció que el plan marroquí para incorporar el Sáhara Occidental ocupado dentro del reino como una autonomía como el “más serio, realista y creíble”. Se inició así una época de acercamiento. El Gobierno francés ha ido más lejos, y el presidente Emmanuel Macron ha reconocido la soberanía marroquí sobre el territorio por descolonizar.
Interior niega traba alguna
El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha negado este jueves «trabas» en la reapertura de la aduana con Marruecos en Ceuta y Melilla, informa EFE. Ha apuntado a «cuestiones técnicas que deben concretarse» como el motivo por el que todavía no se haya abierto. “Lo que dejo claro es que el grado de cooperación y colaboración hispano marroquí es manifiestamente importante, relevante y de la máxima lealtad y fiabilidad», ha dicho a preguntas de la prensa.
La primera expedición no pudo llevarse a cabo la primera expedición comercial entre Ceuta y Marruecos por la «falta de documentación» que alegó el país marroquí, han señalado fuentes empresariales a EFE.
Igualmente se frustró la primera exportación desde España hacia Marruecos por la frontera terrestre de Melilla tras la reapertura de la aduana comercial al tener que volver una furgoneta con cerca de 1.400 kilos de mercancía. Según ha confirmado a dicha agencia de noticias la empresa Quiles que realizó el primer intento de exportación, el vehículo regresó a Melilla después de pasar todo el día en territorio marroquí. El empresario ha dicho desconocer los motivos por los que tuvo que regresar, aunque ha asegurado que contaba con el visto bueno de la aduana española.