Cuando ya han pasado más de dos meses de la riada que arrasó buena parte de la provincia de Valencia -la situación sigue siendo caótica en muchos de los municipios- el PP nacional ha decidido involucrarse al máximo. Alberto Núñez Feijóo tenía pendiente una visita a fondo por algunos de los pueblos más castigados por la dana y, sobre todo, empezar a evaluar en primera persona la situación que afronta su partido en la Comunidad Valenciana, con una profunda herida aún abierta. “Somos conscientes de que ahora mismo estamos en la UCI”, decían en su núcleo duro hace solo unas semanas. Este miércoles por la noche reconoció un primer balance: “He podido constatar que se ha hecho mucho trabajo, pero queda mucho por hacer. Esto no vamos a hacer en un año. Vamos a tardar mucho tiempo”.
La visita -que tuvo una parte de agenda privada y sin apenas medios de comunicación- incluyó casas de vecinos, conversaciones con ellos y contacto directo con alcaldes del PP, además de un almuerzo con el ‘president’ Carlos Mazón, que sufre un desgaste político absoluto. En Génova ponen el foco en que el objetivo de la poca publicidad era evitar una nube de cámaras o una presencia mediática que impidieran conocer en profundidad el estado de los municipios y el clima social. Siempre que ha habido cámaras cerca de Mazón lo que han captado es una profunda indignación. Las propias declaraciones de Feijóo, insistiendo en que “queda mucho por hacer” ahondan en la dimensión de la crisis.
Lo que también señalan en la cúpula popular es que su visita es una declaración de intenciones: seguir poniendo el foco en las consecuencias de la catástrofe y garantizar el compromiso del partido a nivel nacional con los afectados y el proceso de reconstrucción. También lanzan reproches hacia el presidente del Gobierno, que no ha vuelto a la provincia valenciana -tampoco estuvo en la misa funeral de diciembre celebrada en la catedral-.
Uno de los objetivos del viaje es abordar directamente con Mazón y alcaldes del PP las medidas que siguen siendo urgentes y requieren un impulso legislativo nacional, sobre todo para las miles de personas que tienen daños irreparables en sus casas, se han quedado sin vehículo o ven comprometidos sus puestos de trabajo o negocios. Y aseguran que uno de los compromisos que adquirirá Feijóo este jueves -así lo hará público- será un nuevo paquete con medidas fiscales y económicas para paliar esos daños.
El objetivo, según explican en su núcleo duro, es poder contar con el apoyo de otros grupos parlamentarios e incluso tratar de atraer al PSOE.
El pasado 4 de noviembre Feijóo propuso un ‘plan Valencia’ y en él ahondará en esta jornada del jueves. A finales de diciembre el grupo parlamentario del PP en el Congreso ya incluyó en sus enmiendas al paquete fiscal del Gobierno algunas medidas, como la exención de impuestos para las donaciones que las empresas hicieran a sus empleados con motivo de la dana. PNV y Junts se sumaron a esa iniciativa y los conservadores la sacaron adelante. Otras, como ayudas concretas para vehículos o eliminar algunos impuestos vinculados con la reconstrucción de viviendas, no contaron con luz verde. Este jueves Feijóo desgranará más propuestas.
En el marco legislativo el grupo parlamentario lleva trabajando tiempo, incluso en propuestas legales -que recuperarán más adelante- sobre la gestión de emergencias similares para que sean de competencia nacional directamente y se eviten debates competenciales como ocurrió en los primeros días tras la riada. Feijóo defendió públicamente que el Gobierno debía tomar el mando porque ninguna comunidad autónoma está preparada para asumir algo así, a pesar de que Mazón no pidió en ningún momento elevar el nivel de emergencia.
La visita de Feijóo confirma que el líder nacional ha decidido ya involucrarse para frenar el desgaste político de Mazón y evitar, sobre todo, que se extienda a las siglas en un territorio absolutamente clave para su formación. Desde el primer minuto en Génova defendieron que la marca PP no se vería dañada, reconociendo que la situación para el ‘president’ sí era y sigue siendo crítica. Génova trató de encapsular esa crisis en el ámbito autonómico, pero ahora sus colaboradores más estrechos reconocen que es momento de volcarse de lleno y trasladar la idea de acompañamiento y de confianza a la sociedad y también a sus propios electores.
En la cúpula son conscientes del sentimiento de abandono y frustración que sigue acompañando a buena parte de los afectados -dicen- reconociendo que superar este trance requiere una presencia decidida del líder nacional y del partido en su conjunto.
Que Mazón vinculara su continuidad política al proceso de reconstrucción de Valencia fue una decisión acordada también con el líder nacional. Y es un argumento al que Feijóo recurre siempre que le preguntan sobre si el ‘president’ puede tener alguna posibilidad de seguir, sin aclarar cómo se medirá el cumplimiento de ese objetivo. En Génova aseguran que tendrán mecanismos para testar la situación. El viaje de Feijóo es la primera piedra en ese camino.