La cautelar urgente concedida por el Consejo Superior de Deportes (CSD) al Barcelona y a los futbolistas Dani Olmo y Pau Víctor se hizo pública poco antes del inicio del partido. De hecho, Hansi Flick y los jugadores se enteraron de ello en autobús, llegando al King Abdullah Sports City Stadium, donde se disputó la semifinal de la Supercopa de España.

“Son muy buenas noticias para nosotros. Estamos muy felices. Los jugadores están contentos, por supuesto”, declaró Hansi Flick en la previa de la ‘semi’, ya sobre el césped, a Movistar Plus. Y añadió: “Ahora tenemos una razón más para ganar este partido”. El alemán confirmó que “me enteré en el autobús e informé directamente a Pau y a Dani y también a todo el equipo”. Flick, después de varios días muy tensos, insistió que “estamos todos encantados con esta decisión. No han sido los mejores días, ni las mejores semanas, así que ahora Dani está contento y también lo estamos nosotros”.

La reacción del entrenador azulgrana no fue la única antes del pitido inicial. En el palco hubo un contundente cruce de declaraciones entre Deco, director de fútbol del Barcelona, y Jon Uriarte, presidente del Ahtletic Club. El máximo dirigente vasco cargó con contundencia contra la decisión del CSD y tuvo que salir al paso el ejecutivo portugués para replicarle.

“Llevamos 8 días de nuevo año y estamos viviendo algo que es alucinante…”, empezó Uriarte también en Movistar, televisión con los derechos en España para emitir la Supercopa. “Hay situaciones que son esperpénticas”, comentó el presidente de la entidad bilbaína, refiriéndose a la cautelar urgente que se le concedió al Barcelona. Deco, inmediatamente después en los mismos micrófonos, le respondió con firmeza: “Cada club tiene sus cosas, tiene sus problemas y cada uno tiene que ocuparse de sus cosas. Desde el Barça se están haciendo bien las cosas, intentando hacer lo mejor posible. La razón o no son cuestiones de justicia. Si nos dan la razón por el momento es por algo”, subrayó el ejecutivo blaugrana.

Laporta, desatado

Por otro lado, varias fuentes apuntan que el presidente Joan Laporta entró a la zona noble del estadio saudí gritando, con insultos y dando golpes. Desatado, después de haber sufrido las últimas semanas por la situación de los dos jugadores.

Mientras, a Dani Olmo y Pau Víctor les cambió el rostro. Al delantero internacional ya se le vio entrando sonriendo al estadio, aunque sabía que no podía jugar hasta el domingo, en el caso de que sus compañeros le brindaran la oportunidad de jugar la primera final con el club de su vida. Siguió el partido junto a Pau en la grada, mientras iba comentando con Christensen. Gavi le dio la primera alegría y celebró su gol con la celebración de su amigo Dani. Y Lamine, otro compañero de selección, sentenció el partido superando a su amigo Unai Simón, que también le felicitó en el túnel de vestuarios por su vuelta.

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