«Nunca había escuchado nada igual», confiesa una vecina de La Mina que escuchó el intenso cruce de decenas de disparos que dos grupos de personas armadas se intercambiaron en torno a las 22:00 horas de este martes entre las calles Saturn y Venus, en Sant Adrià de Besòs y cerca del límite con Barcelona. Las peleas con arma de fuego sacuden al barrio cada cierto tiempo, pero los vecinos no recuerdan un episodio de la virulencia de anoche. Algunos individuos abrieron fuego desde ciertas ventanas de los bloques y otros respondieron a tiros a pie de calle, encañonando a los pisos y cubriéndose en las esquinas para esquivar las balas. Algunos casquillos atravesaron ventanas y persianas, han quedado incrustadas en paredes de viviendas y se han localizado dentro de domicilios que vivieron la reyerta con pavor.
Un casquillo de bala hallado en un piso de La Mina tras el tiroteo de anoche. / EL PERIÓDICO
«Pasamos miedo en las casas, fueron cinco o seis minutos interminables», comenta una mujer. En los vídeos se ve a un grupo parapetado en el cruce de las calles Ponent y Mar y apuntando en alto, hacia los domicilios de la calle Saturn. «No me asomé por temor, porque los cristales retumbaban. Parecía que estuvieran disparando a casa», confiesa la vecina.
Los Mossos han informado de que una persona resultó herida muy leve, por un hematoma al rozarle una bala. A falta de los resultados de la investigación que la policía catalana ha abierto, en el barrio se identifica a dos familias, los García y los Cascabeles, como los dos contendientes de la trifulca.
«Los García viven en Saturno y los Casacabeles, en Venus. Hay un pique entre los jóvenes que viene de hace tiempo», explica un vecino, que ofrece una versión coincidente con las demás fuentes consultadas.
Una «tontería» entre adolescentes
«Fue una tontería entre jovencitos de 15 a 18 años, alguien se lo dijo no sé quién y saltó la liebre», comenta el mismo vecino. Las voces consultadas vinculan a algunos miembros de ambas familias con otros altercados y con presuntas actividades delictivas.
«Fue increíble: los tiros se oían desde varias calles, hubo ráfagas… Fue sobrepasado», observa un testigo. «No es normal que se disparen, ni que tengan ese tipo de armamento», completa.
Otro habitante del barrio advierte de que pudo suceder una tragedia. «Mi sobrina justo había bajado a comprar un ‘shawarma’ y, nada más entrar en casa, empezaron los tiros», relata. «Los vecinos de La Mina ya no se siente seguros -denuncia-. Tenemos a los Mossos, pero es una vergüenza. ¡No hacen nada! En el oeste, había un ‘sheriff’ y él solo controlaba al pueblo. Aquí son un ejército solo cuando quieren».
«Me ha pasado más de una vez volver de currar y que me paren en una rotonda. ¿Pero qué hacen para evitar esto?», plantea otro residente del barrio. «La gente esta harta. Llevamos mucho tiempo oyendo tiros por la noche. Son disparos del aire, de gente que va fardando de armas. ¿Cómo está hoy el barrio? Como siempre, con su actividad normal. Antes se tenía un poco más de respeto, pero esto ya se ha normalizado».
