La llegada del Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha llevado consigo el arrinconamiento de las rentas mínimas de inserción (RMI). Según un informe de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que desgrana los datos publicados por el Ministerio de Derechos Sociales, solo el 5,9% de quienes viven bajo el umbral de la pobreza reciben estas ayudas. Son algo más de 571.000 personas. Además, su cuantía únicamente alcanza el 15,9% de la renta media por hogar en España.

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