El Centro de Educación Especial, CEE, Rosa Llàcer, de Castellar-l’Oliveral, ha reabierto hoy de nuevo sus puertas tras el cierre obligado de más de dos meses a causa de los daños ocasionados por la dana que afectó al área metropolitana de València el pasado 29 de noviembre.
El Ayuntamiento ha invertido un total de 340.000 euros en los trabajos de reparación y limpieza del centro, con el objetivo de disponer de las instalaciones a la mayor brevedad, para poder continuar prestando los servicios habituales de atención a las personas usuarias. La recuperación y puesta en uso de este centro se ha demorado más que el resto de centros educativos de las pedanías afectadas por las propias características de este y las necesidades específicas de material e instalaciones que exige. Hay que tener en cuenta que este centro hace uso de equipamientos específicos para personas dependientes de movilidad, tránsito y asistencia.
La riada dañó gravemente los ascensores y las calderas del centro, la maquinaria de asistencia y el material de formación, además de las averías registradas en el resto de las instalaciones, similares al resto de inmuebles afectados por la dana que han tenido que ser reparadas, y los efectos del fango y del agua en las distintas dependencias del centro.
Un centro renovado
Los trabajos para dejar listo el centro para su reapertura han supuesto una inversión de 340.000 euros: 295.000 euros a través de una contratación de emergencia, más otros 45.000 euros para la adquisición y puesta en uso de nuevas calderas, a través de otro contrato de emergencia, dado que las existentes habían quedado inservibles. Precisamente, el pasado mes de diciembre, la alcaldesa de València, María José Catalá, visitó las obras de recuperación del centro, acompañada por la directora General de Inclusión Educativa de la Conselleria de Educación, María del Rosario Escrig; y la jefa de Estudios del colegio, Diana Barba.
Tal como explicaba Catalá en aquel momento, “para las personas usuarias de este centro, volver a sus aulas es muy importante”. Por eso, la alcaldesa señalaba que el objetivo del Ayuntamiento ha sido que “cuando el alumnado regrese a las clases, vea su centro renovado, cambiado, mejorado… que vuelvan con ilusión, y que lo encuentren de la mejor manera”.
El CEE Rosa Llàcer atiende habitualmente a un total de 75 alumnos y alumnas con diversos grados de discapacidad. Tras el paso de la dana, el alumnado fue distribuido por otros centros especializados, para mantener en la medida de lo posible sus rutinas y la asistencia específica que precisaban, así como para dar apoyo a las familias, también gravemente afectadas por la riada. Los centros de acogida que han atendido a las personas usuarias del centro de Castellar hasta su reapertura han sido el Centro de Educación Especial Sebastián Burgos (en Quatre Carreres), el CEE Ruiz Jiménez y el CEIP Les Arenes, en Poblats Marítims.