Residentes de Quneitra expresan descontento ante las incursiones israelíes y la falta de acción de las autoridades sirias y la comunidad internacional.

Un tanque israelí en una carretera bloqueada de Quneitra

En una carretera de Quneitra, capital provincial del sur de Siria, se observaban montones de tierra, árboles caídos y un poste de metal derribado, obstaculizando el paso. Detrás de las barreras, un tanque israelí maniobraba por la calle.

Las fuerzas israelíes ingresaron a esta área, localizada en una zona de amortiguación patrullada por la ONU en los Altos del Golán, establecida tras el acuerdo de alto el fuego de 1974 entre Siria e Israel. Este despliegue se produjo poco después de la caída del presidente Bashar Assad el mes pasado, tras 13 años de guerra civil en el país.

El ejército israelí indicó que el despliegue era temporal, aunque reconoció que podrían permanecer allí de manera prolongada dependiendo de los eventos en Siria. Según declararon, la presencia militar busca prevenir la entrada de elementos hostiles al área y garantizar la seguridad de Israel.

Sin embargo, la incursión no se ha limitado a la zona de contención. En diversas localidades, los residentes denunciaron que las tropas israelíes demolieron viviendas y obstaculizaron el acceso de agricultores a sus tierras. Además, en al menos dos ocasiones, manifestantes locales fueron atacados por disparos de las tropas israelíes.

Datos clave sobre la incursión israelí en Quneitra

  • Israel justifica su presencia como medida de seguridad para evitar amenazas hostiles.
  • La incursión ocurrió en una zona de amortiguación bajo supervisión de la ONU.
  • Residentes denuncian demolición de viviendas y restricciones agrícolas.
  • Se reportaron disparos contra manifestantes que protestaban pacíficamente.
  • El acuerdo de alto el fuego de 1974 ha sido señalado como violado por Naciones Unidas.

Protestas y denuncias de los residentes locales

Los habitantes de Quneitra expresaron su frustración ante el avance israelí y la inacción de las autoridades sirias y de la comunidad internacional. Según Rinata Fastas, residente de la zona, las fuerzas israelíes asaltaron edificios gubernamentales, aunque aún no han ingresado a áreas residenciales. Su preocupación principal es que estas tropas puedan ocupar permanentemente la región.

Fastas reconoció que Siria, al estar en un proceso de reconstrucción de sus instituciones y ejército, no se encuentra en condiciones de enfrentar militarmente a Israel. Sin embargo, cuestionó por qué el nuevo gobierno sirio no se pronuncia abiertamente sobre las violaciones en Quneitra ni defiende los derechos de sus habitantes.

El alcalde de Rafid, Omar Mahmoud Ismail, relató un encuentro con un oficial israelí que, al entrar a la aldea, se presentó como “amigo”. Ismail respondió tajantemente que un amigo no ingresaría de esa manera.

En Dawaya, una localidad fuera de la zona de contención, manifestantes desarmados que protestaban contra la incursión fueron atacados por tropas israelíes. Uno de los manifestantes, Abdelrahman Khaled al-Aqqa, de 18 años, resultó herido en ambas piernas tras recibir disparos durante la protesta del 25 de diciembre.

Posición internacional y respuesta del gobierno sirio

El nuevo gobierno de Siria presentó una queja ante el Consejo de Seguridad de la ONU denunciando los ataques israelíes y sus avances en territorio sirio. Sin embargo, esta cuestión no parece ser una prioridad para las nuevas autoridades, enfocadas en reconstruir el país, consolidar su control y gestionar las sanciones internacionales.

Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, defendió la permanencia de las tropas en la zona hasta que se logre un nuevo acuerdo que garantice la seguridad israelí. Declaraciones similares fueron realizadas por un funcionario israelí anónimo, quien aseguró que la presencia militar continuará hasta confirmar que el nuevo gobierno sirio no representa una amenaza.

Mientras tanto, Naciones Unidas acusó a Israel de violar el acuerdo de alto el fuego de 1974 al ingresar en la zona de amortiguación. Los Altos del Golán, anexados por Israel tras la Guerra de los Seis Días en 1967, siguen siendo considerados como territorio ocupado por la comunidad internacional, salvo por Estados Unidos.

Un informe reciente de la emisora Kan señaló que el gobierno sirio habría solicitado a Estados Unidos presionar a Israel para retirarse de la zona. Sin embargo, autoridades israelíes afirmaron no haber recibido ninguna solicitud oficial.

Las consecuencias para los residentes y sus demandas

Los residentes de Quneitra han quedado en gran medida abandonados. Según el líder religioso local Adel Subhi al-Ali, quien perdió a su hijo en una protesta, la ocupación israelí les obliga a defender su tierra, aunque carezcan de armas. Al-Ali pidió a la comunidad internacional que presione para que se respete el acuerdo de alto el fuego de 1974 y se devuelvan los Altos del Golán a Siria.

No obstante, Al-Ali reconoció que Siria tiene capacidad limitada para influir en estos asuntos debido a su frágil situación actual. “Estamos empezando desde cero y no estamos preparados como país para iniciar guerras con otra nación”, concluyó.

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