Crónica de una muerte anunciada. El Barça de Joan Peñarroya volvió a caer, por sexta vez consecutiva lejos del Palau, y esta vez en el derbi catalán contra el Girona (91-90). El Barça salió hundido y terminó perdiendo un partido que había conseguido dominar después de una primera mitad flojísima. Con la derrota ante el conjunto ‘gironí’, colista en la clasificación, los azulgranas se alejan cada vez más de una Copa del Rey que ya empiezan a tener demasiado lejos. La continuidad del entrenador pende de un hilo.
Pese al favorable deselance, el primer cuarto fue desastroso. El Barcelona no consiguió ni acechar al Girona en el marcador y mucho menos ponerse por delante en el luminoso. Desde la primera canasta, a favor del equipo de Marc Gasol, el conjunto azulgrana fue a remolque. La defensa, siguiendo la tónica de los últimos partidos, dramática. Estuvo blanda y poco eficiente, y permitió al equipo gerundense recrearse en su buen momento de forma y firmar unos porcentajes excelentes (71% en tiro de dos y 75% de tres, mientras que el Barça apenas llega al 45% en ambos). Cuando terminó el primer cuarto, el 28-20 ajusticiaba un inicio de partido angustioso para los azulgranas.
El Barça no estuvo ni de cerca de mejorar en el segundo cuarto. Los de Joan Peñarroya no estaban conectados entre ellos ni con el partido. Se perdieron en las coberturas, además de errar una gran parte de los tiros (tan solo un 7 de 12 de dos y 3 de 6 de triples). Mientras tanto, el Girona aprovechó los problemas de los culés para ir a cuchillo. Entraba todo si quien lo lanzaba llevaba la camiseta roja y blanca. Juan Carlos Navarro se lo miraba a ras de pista, con las manos en la cara, y mirada desconcertante. La leyenda del Barça ha vivido muchas cosas sobre la pista, ha tenido que levantar partidos complicadísimos, pero desde fuera ese punto de frustración le opacaba la mirada. Veía desde lejos cómo su equipo se iba deshaciendo con el paso de los minutos.
Al descanso, el Barça consiguió recortar y se marchó 7 puntos por debajo en el marcador. Le vino bien al conjunto de Peñarroya esos minutos en el vestuario. Lució otra cara cuando los 5 jugadores volvieron a pisar la pista. Una más alegre, más contundente, menos errática. Justin Anderson fue quien mantuvo el Barça a rueda hasta que, a 4:33 para que terminara el tercer cuarto, los azulgranas se pusieron por primera vez por delante en el marcador. El norteamericano fue punzante e insufló suficiente calma y garra a su equipo que le permitió revivir antes de que la tragedia fuera irreversible.
O eso parecía. A base de triples, sobre todo anotados por Anderson, el Barça empezó a ampliar el margen de punto en el marcador. Cuando sonó la bocina que daba por finalizado el tercer acto, los de Peñarroya veían su margen favorable de 7 puntos en el luminoso. Solo quedaba consolidar la remontada.
El Barça jugó sobre seguro, no arriesgó y se mantuvo regio con y sin balón. Se les vio mucho más cómodos a los jugadores de Peñarroya. Con ese punto de calma que te da conseguir algo que pintaba mal. Eso debe hacer el equipo no solo ante el Girona, sino también en lo que respeta a la dinámica del equipo. A dos minutos del final, el Barça empezó a deshincharse y el Girona volvió a demostrar su versión más combativa en los momentos finales. A medio segundo para el final, los locales se pusieron por delante en el marcador ante la mirada incrédula de Navarro desde el banquillo. Bajaron los brazos los azulgranas y el Girona terminó llevándose el encuentro casi sobre la bocina. Viendo la totalidad del encuentro, la victoria debía ser gerundense.
Golpe duro para el equipo y para la continuidad de Joan Peñarroya, que lidera un equipo que cada vez tiene más lejos clasificarse para la Copa del Rey.
Ficha técnica:
91 – Bàsquet Girona (28+23+13+27): Irogebu (25), Marcos (10), Fjellerup (13), Susinskas (7), Fernández (11) -cinco inicial-; Durham (7), Martínez (-), Geben (9), Busquets (3), Sibande (2) y Nnaji (-).
90 – FC Barcelona (20+24+27+19): Satoransky (7), Punter (15), Anderson (25), Parker (9), Hernángomez (6) -cinco inicial-; Núñez (1), Metu (11), Parra (2), Fall (10), Brizuela (4) y Abrines (-).
Árbitros: Perea, Manuel y Sánchez Mohedas.
Incidencias: Partido de la decimocuarta jornada de la Liga Endesa disputado ante 5.288 aficionados en el Pavelló de Fontajau, en Girona.