Canarias es la región que más tira de la privada para operar a sus pacientes y tratar de aliviar sus largas listas de espera. Casi la mitad de las intervenciones que se realizan en Canarias (49%) se llevan a cabo en centros privados o concertados. Esta cifra es mayor en las intervenciones que no requieren hospitalización al ser más sencillas y requerir menor tiempo de recuperación. En concreto, seis de cada diez operaciones de cirugía mayor ambulatoria que se realizan en Canarias se llevan a cabo en la privada.
Los canarios son así los españoles que más se operan en la privada, según la última Información estadística de hospitales, publicados por el Ministerio de Sanidad y que hacen alusión al año 2022. Un dato «escandaloso» para los sindicatos sanitarios, que consideran que es un dato que refleja la «deriva privatizadora» de la sanidad isleña y en la falta de desarrollo de hospitales comarcales en el caso de la isla de Tenerife. Una situación que ha dado lugar a que muchos pacientes acaben en un quirófano de la sanidad privada o concertada.
En total, durante 2022 se realizaron un total de 193.971 cirugías en Canarias. Esto supone 88 por cada 1.000 habitantes, lo que la sitúa por debajo de la media nacional. De estas, 81.604 requirieron hospitalización y el 46% se realizaron en la privada. Otras 72.554 fueron cirugías mayores ambulatorias – que no requieren hospitalización al ser más sencillas–, de las que el 61% se llevaron a cabo en la privada.
A cierre de ese año, 34.556 canarios esperaban para operarse en la pública, siendo el Hospital Universitario de Canarias el que acumulaba el 34% de los pacientes. A día de hoy (con datos de junio de 2024), 34.125 personas siguen esperando para ser operados (tan solo un 1,25% menos), pero quienes se encuentran en esta larga lista ahora esperan menos que entonces. En concreto, lo hacen 127 días (4 meses) frente a los 156 (5 meses) que lo hacían a finales de 2022.
El voluumen de concertación se traslada, asimismo, a los presupuestos isleños. Según la Estadística de Gasto Sanitario Público, Canarias derivó en 2022 el 7,2% de su gasto sanitario a conciertos. Este dato sitúa a Canarias como la tercera comunidad –por detrás de Madrid y Cataluña–que más se apoya en los servicios de la privada para cubrir las necesidades de sus pacientes. En total, Canarias gastó ese año 296 millones de euros en conciertos, un 4% más que en el año 2021. Y aunque en términos absolutos supone un desembolso mayor, la porción de tarta que se llevó la privada ese año es significativamente menor que la que acostumbraba. Y es que, desde 2002 y hasta 2018, Canarias invertía cada año entre un 10 y un 9% de sus presupuestos sanitarios en conciertos con la privada.
Para el secretario general del Sindicato de Médicos de Canarias, Levy Cabrera, estos datos son un «efecto colateral» de la forma en la que se ha gestionado la sanidad en los últimos 20 años. «Independientemente del signo político, se ha optado por atrofiar la sanidad pública para hacerla depender de derivaciones a las privadas para poder completar el servicio que da la sanidad canaria», insiste el sindicalista. Sus palabras son ratificadas por Catalina Darias, delegada de Intersindical Canaria, que critica «las grandes cantidades de dinero qeu se van desde las arcas públicas a la concertación de servicios de la sanidad privada».
«En este caso, no se trata la colaboración público-privada», afirma Darias, que lamenta que, desde el punto de vista político, se haya gestionado la sanidad para «crear deficiencias» –como podrían ser las listas de espera– para que sean «aprovechadas por el sector privado de la sanidad para hacer negocio». Y mientas, el sector privado «selecciona las intervenciones que son incluso económicamente más rentables y que tienen menor riesgo de fracaso asistencial», denuncia la sindicalista.
En esta supuesta infradotación de la sanidad pública, se ejemplifica en distintas circunstancias. Para Cabrera, una de las razones de esta «deriva privatizadora» es que los hospitales comarcales de Tenerife están menos desarrollados. «Ya tenía que estar el Hospital del Sur y el Hospital de Norte funcionando como hospitales comarcales verdaderos, como si fuera el Hospital de Lanzarote en el sur y el Hospital de La Palma en el norte», insiste Cabrera. A Tenerife también hace alusión Darias, pues insiste que es esta isla la que tiene «unos niveles de concertación más alarmantes». Tenerife, según los datos del Servicio Canario de la Salud (SCS), acumula el 53% de todos los pacientes que se encuentran en lista de espera, por lo que es la isla donde más se nota esta stauración .
Pero no es lo único, el sindicalista también hace alusión a «las reformas, ampliaciones y nuevos centros de atención primaria» que debían haberse ejecutado en los últimos años. «Hemos tenido un aumento poblacional muy grande en los últimos 15 años que ha desbordado la planificación sanitaria por todos lados», sentencia Cabrera.
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