El MQ-25 Stingray, desarrollado por Boeing, promete aumentar la eficacia de los portaaviones al realizar reabastecimiento aéreo y misiones estratégicas.

Características clave del MQ-25 Stingray y su misión principal

Un paso significativo en las operaciones no tripuladas de la Armada de los Estados Unidos es el desarrollo del MQ-25 Stingray, un dron fabricado por Boeing. Esta tecnología se integra al programa de Aviación de Portaaviones No Tripulados, compuesto por el Sistema Aéreo MQ-25 y el Sistema de Control de Misión de Aviación de Portaaviones No Tripulados (UMCS).

El UMCS permite la integración completa del dron en los portaaviones, garantizando el comando y control durante las operaciones. Diseñado como un avión cisterna aerotransportado, el MQ-25 tiene como objetivo principal realizar reabastecimiento aéreo, lo que extiende el alcance operativo de las aeronaves tripuladas del ala aérea de los portaaviones.

Pruebas realizadas en el mar confirmaron el éxito del MQ-25 en el lanzamiento y recuperación desde un portaaviones, además de completar reabastecimiento aéreo (AR) con un F/A-18E/F Super Hornet. Estas capacidades lo posicionan como una herramienta esencial para las operaciones de los grupos de ataque de portaaviones (CSG).

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MQ-25

Según la Armada de los EE. UU., este sistema permite a los portaaviones realizar misiones con mayor eficacia, ya que el dron reduce la dependencia de aviones cisterna tripulados. Esto permite que los recursos humanos se asignen a tareas críticas, al mismo tiempo que mejora la eficiencia y disminuye los riesgos operativos.

Datos clave sobre el MQ-25 Stingray

  • Propulsión: Rolls-Royce AE3700N
  • Longitud: 51,0 pies (15,5 metros)
  • Envergadura (alas extendidas): 75,0 pies (22,9 metros)
  • Envergadura (alas plegadas): 31,3 pies (9,5 metros)
  • Altura (alas abiertas): 9,8 pies (3,0 metros)
  • Altura (alas plegadas): 15,7 pies (4,8 metros)

Ventajas estratégicas del uso de drones en portaaviones

El despliegue del MQ-25 en portaaviones ofrece múltiples beneficios estratégicos. Al proporcionar reabastecimiento autónomo, el Stingray reduce la carga de las aeronaves cisterna tripuladas, lo que permite maximizar su disponibilidad para otras misiones críticas. Además, disminuye los riesgos asociados a las operaciones tripuladas, aumentando la seguridad operativa.

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MQ-25

El diseño del MQ-25 también facilita su integración con las plataformas existentes de los portaaviones, lo que asegura una presencia aérea sostenida sobre áreas de conflicto. Esta capacidad incrementa la flexibilidad y efectividad de las misiones, al permitir que las aeronaves permanezcan en el aire durante periodos más prolongados.

Adicionalmente, el MQ-25 es un sistema rentable que optimiza los recursos operativos de la Armada de los EE. UU., lo cual resulta esencial en la planificación de misiones prolongadas. Su diseño modular posibilita futuras actualizaciones, como paquetes de sensores avanzados, asegurando que el dron pueda adaptarse a nuevos requerimientos operativos.

La capacidad del Stingray para operar en misiones ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento) amplía aún más su utilidad, ya que permite recopilar datos en tiempo real sin poner en riesgo a las tripulaciones humanas. Esta funcionalidad es crucial para la toma de decisiones informadas durante operaciones en entornos conflictivos.

Capacidades adicionales para misiones avanzadas

Además de su misión principal como avión cisterna, el MQ-25 puede realizar tareas de vigilancia, reconocimiento y retransmisión de comunicaciones. Estas capacidades permiten al CSG mantener una imagen operativa completa del entorno, incrementando su conocimiento situacional y mejorando la coordinación táctica.

MQ-25

El uso de aviónica avanzada y sistemas de comunicación integrados refuerza la interoperabilidad del MQ-25 con otros activos del CSG, incluyendo aeronaves tripuladas, barcos y plataformas navales. Este intercambio de datos en tiempo real contribuye a la cohesión en un entorno operativo unificado.

Por otro lado, su capacidad para operar de manera autónoma en áreas de alto riesgo mitiga el peligro para las aeronaves tripuladas, permitiendo operaciones más sostenidas gracias a la ausencia de fatiga humana como factor limitante. Esto posiciona al MQ-25 como un elemento indispensable en misiones prolongadas y de alta complejidad.

Asimismo, su diseño modular asegura que el Stingray pueda recibir mejoras tecnológicas que prolonguen su vida útil, adaptándose a las necesidades cambiantes de la Armada de los EE. UU. Esto incluye la posibilidad de incorporar armas avanzadas, como misiles antibuque, para incrementar su capacidad ofensiva.

Impacto del MQ-25 Stingray en la guerra naval futura

La incorporación del MQ-25 Stingray a los grupos de ataque de portaaviones tiene importantes implicaciones estratégicas para el futuro de la guerra naval. Este dron mejora tanto las capacidades ofensivas como defensivas del ala aérea del portaaviones, ampliando su capacidad de disuasión y efectividad en combate.

Equipado con sistemas avanzados de ISR y la posibilidad de portar misiles antibuque furtivos, el Stingray puede enfrentar amenazas sin poner en riesgo a las tripulaciones humanas. Esta capacidad fortalece la postura defensiva de la flota y refuerza su poder ofensivo al ofrecer una solución eficiente y versátil para múltiples misiones estratégicas.

¿Qué es el Boeing MQ-25 Stingray?¿Qué es el Boeing MQ-25 Stingray?
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Además, su capacidad de proporcionar vigilancia persistente y recopilar inteligencia en tiempo real asegura que los portaaviones puedan responder rápidamente a cualquier amenaza. Esta versatilidad lo convierte en una adición crucial para las operaciones aéreas modernas.

El MQ-25 Stingray, con su capacidad de realizar diversas misiones de manera autónoma y su integración sin fisuras en las operaciones existentes, redefine el panorama de las operaciones aéreas desde el mar, consolidándose como una herramienta clave para la Armada de los Estados Unidos.

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