La escritora Mercedes Neuschäfer-Carlón (Oviedo, 1931) trabajó, se casó e hizo carrera docente y literaria en Alemania, donde residió durante 65 años, hasta abril del año pasado. La distancia, geográfica y temporal, ha hecho que su fallecimiento, acontecido el 21 de abril del año pasado, pase desapercibido en su tierra natal, pese al estrecho vínculo que la autora mantenía con Oviedo, la ciudad en la que nació y que convirtió en protagonista de una de sus novelas, y Gijón, donde estudió el bachillerato y que le sirvió de escenario para otra de ellas.
Mercedes Neuschäfer-Carlón cultivó sobre todo la literatura infantil y juvenil, y sus libros fueron traducidos a varios idiomas.
En el año 2013, la editorial alemana Reclam, fundada en 1825 y especializada en clásicos de la literatura universal, tradujo a ese idioma su novela «La acera rota», que transcurre en el Oviedo de los años 30 y está protagonizada por una niña de cuatro años. La autora no menciona explícitamente Oviedo en sus páginas, pero se intuye que se trata de la ciudad: habla de «las campanas de la Catedral» y renombra el monte Naranco como «monte Vivanco».
«La acera rota» forma parte de la trilogía que dedicó a la Guerra Civil y a la posguerra, que incluye «La primavera no reía», cuya acción trancurre en Gijón, ya en la posguerra, y «Fortuny, 53. Residencia de Señoritas», en la que la protagonista, ya una joven, se traslada a Madrid.
El nombre de bautismo de la escritora era Mercedes Carlón Sánchez, pero en Alemania, al casarse, adoptó el apellido de su marido, Hans-Jörg Neuschäfer. Llegó a ese país en 1958 para trabajar como profesora de español en la Universidad de Giessen; luego dio clases a los hijos de los emigrantes. El director de la revista «Platero», especializada en literatura infantil y juvenil, Juan José Lage, cuenta que la madre de Mercedes Neuschäfer-Carlón fue maestra, y también sus tías. «En Oviedo hay una calle dedicada a ellas: calle Hermanas Sánchez Tamargo; también su tía-madrina da nombre al colegio ‘Elena Sánchez Tamargo’ en Pola de Laviana», refiere.
La escritora sostenía que su libro más vendido era «Antonio en el país del silencio», un relato juvenil protagonizado por Antonio, un niño de padres españoles, emigrantes en Alemania, amigo y protector de un maestro jubilado que vive solo.
Con su escritura, con un estilo que ella definía como sencillo y entretenido, la escritora ovetense tenía claro su propósito, tratándose de los niños: «Que se conozcan mejor a sí mismos, a los otros, al mundo que les rodea. Y que, en cierto modo, les libere de sus miedos, de sus preocupaciones…».
Otros títulos de Mercedes Neuschäfer-Carlón, para los lectores infantiles y juveniles, son «Tras los muros, el fantasma Adalberto», «La última isla pirata», «Plumbito no quiere crecer», «Draki, el pequeño dragón», «Dani y Dino», «Mefi, Sata y Monio», «La cabaña abandonada» y «Una fotografía mal hecha».
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