45.854 personas han muerto en la Franja de Gaza desde el comienzo de la ofensiva militar lanzada por Israel el 7 de octubre de 2023. Así lo ha avanzado el Ministerio de Sanidad gazatí en su último balance, que cifra en 49 las víctimas mortales y en 75 los heridos registrados en las últimas 24 horas.
En concreto, el Ministerio, bajo el mando de Hamás, estima que 45.854 personas han fallecido y 109.139 han resultado heridas. Estas mismas autoridades, no obstante, siguen advirtiendo de que las cifras pueden ser aún mayores, a vista de que puede haber víctimas atrapadas entre los escombros o en zonas que siguen siendo inaccesibles.
Las Fuerzas Armadas de Israel lanzaron esta ofensiva como represalia por unos ataques de Hamás que dejaron unos 1.200 muertos y 250 secuestrados en suelo israelí. Pese a los esfuerzos internacionales, Hamás e Israel no han pactado ningún alto el fuego desde que fracasase el anterior acuerdo hace ya más de un año. A su vez, cabe destacar que este conflicto no comenzó el 7 de octubre de 2023, sino que lo que hizo en dicha fecha fue entrar en una nueva fase de sus más de 70 años de historia.
Acusaciones de genocidio
Por su parte, Amnistía Internacional ha determinado que Israel ha cometido un genocidio contra la población palestina en Gaza, encendiendo todas las alarmas globales. La ONG asegura que la mayor virulencia del conflicto continúa cometiéndose en la Franja de Gaza y ha solicitado al Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) y al Tribunal Penal Internacional (TPI) que incluyan el genocidio entre los delitos investigados, con el objetivo de «ponerle fin». En el informe presentado en La Haya, la organización denunció que Israel ha sumido a las personas afectadas en «un infierno de destrucción sin pudor y con absoluta impunidad».
Amnistía Internacional realizó su investigación basándose en un análisis exhaustivo de los hechos conforme a la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio de 1948, identificando actos prohibidos cometidos por Israel. Entre ellos, se destacan matanzas masivas, lesiones graves a la integridad física o mental, y el sometimiento de la población a condiciones que amenazan su existencia física.
Durante la presentación, Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, determinó que la destrucción de Gaza no tenía justificación militar, sino una intención genocida: «Después de considerar todos los objetivos militares de Israel, hemos comprobado que no hay otra justificación para la destrucción perpetrada que la intención genocida de erradicar y destruir físicamente a la población».
La respuesta de Netanyahu
En respuesta a las órdenes de detención emitidas por el Tribunal Penal Internacional contra Benjamin Netanyahu y contra el que fuera ministro de Defensa, Yoav Gallant, el primer ministro israelí considera que están motivadas por el «odio antisemita».
Netanyahu aseguró que esta «decisión antisemita» es comparable a la conspiración que sufrió a finales del siglo XIX el capitán del Ejército francés Alfred Dreyfus, de religión judía. «La medida equivale a un moderno juicio Dreyfus», opinó en un comunicado difundido por su oficina.
Asimismo, Netanyahu señaló al fiscal jefe del TPI, Karim Khan, como responsable de haber solicitado estas órdenes de detención para «salvar su pellejo de los graves cargos contra él por acoso sexual» y de haber mentido cuando aseguró que no tomaría decisión alguna hasta viajar a Israel y escuchar a sus autoridades. «Por eso canceló repentinamente su llegada el pasado mes de mayo, pocos días después de que surgieran sospechas contra él por acoso sexual», incidió, en relación a unas acusaciones que ya investiga el TPI y que Khan ha negado.
«Ninguna decisión antiisraelí impedirá al Estado de Israel defender a sus ciudadanos«, señaló Netanyahu, quien aseguró que no cederá ante las presiones y seguirá persiguiendo todos los objetivos que Israel se ha propuesto cuando empezó «su guerra justa contra Hamás y el eje terrorista iraní«. La «defensa de sus ciudadanos» de Israel ya deja más de 45.000 víctimas mortales y más de 100.000 heridos en Gaza, en una operación militar que ya se prolonga durante más de un año y que ha sido calificada por numerosos organismos internacionales como un genocidio.
Por su parte, el ya exministro de Defensa Yoav Gallant valoró que esta decisión «sienta un peligroso precedente» contra el derecho a la defensa y a la «guerra moral», al mismo tiempo que «alienta el terrorismo asesino». En ese sentido, reprochó al TPI que con estas órdenes de arresto esté colocando al mismo nivel a Israel y a los «asesinos de Hamás» y «legitima el asesinato de bebés, la violación de mujeres y el secuestro de ancianos«.