La mitad de autónomos no coge la baja cuando enferma porque no puede permitirse dejar de ingresar los días que, si únicamente de salud dependiera, tendría que guardar reposo. Que la particular situación económica de los trabajadores por cuenta propia les hace sustancialmente menos propensos a ir al médico y pedir la baja es algo popularmente extendido y a lo que un estudio encargado por la aseguradora Previsión Mallorquina ha venido a cuantificar.
Esta compañía con sede en Barcelona y fundada en 1941 ha realizado una encuesta entre 700 autónomos y ha detectado que el 55% de los mismos evita coger la baja cuando enferma por cuestiones monetarias. También que mientras el Gobierno se dispone a topar por ley la jornada máxima de los asalariados al equivalente de 7,5 horas diarias, una mayoría de trabajadores por cuenta propia faena más de nueve horas. O que, de media, los autoempleados hacen dos semanas de vacaciones a lo largo de todo el año, la mitad que por ley tienen reconocidos los asalariados.
Cuando dejar de trabajar implica dejar de ingresar la salud no siempre pasa por delante, tal como constata la encuesta elaborada por la Previsión Mallorquina. Más de la mitad de autónomos no coge la baja cuando enferma porque no se lo puede permitir y esta tendencia es especialmente acusada entre los profesionales entre 35 y 55 años.
Los datos de este sondeo van en la misma línea que otros estudios ya realizados, como el que presentó hace unos meses la patronal Pimec. Según el mismo, la frecuencia con la que un asalariado causa baja por incapacidad temporal es cinco veces superior a la de un autónomo. Como muestra el volumen de incidencias registrado por la Seguridad Social. Por cada 1.000 autónomos en activo, 11,2 de ellos causaron baja en el último año en algún momento; frente a los 51,2 asalariados por cada 1.000 afiliados.
Volviendo a la encuesta de Previsión Mallorquina, esta revela una insatisfacción generalizada con el actual sistema de cese por actividad, en tanto que nueve de cada 10 encuestados considera que la Seguridad Social no cubre “suficientemente” los gastos derivados de una baja. Para compensarlo, tres de cada 10 autónomos tienen contratado un seguro en caso de baja.
En ese sentido, el resultado entre lo que cotizan y lo que reciben de vuelta del sistema no satisface a una amplia mayoría del colectivo. Casi nueve de cada 10 lo ven como “nada beneficioso”. Ese malestar contrasta con la amplia preocupación por qué ingresos le quedarán como autónomo una vez le llegue la edad de jubilación, hasta el punto de que ocho de cada 10 encuestados sitúan todo lo relacionado con el retiro como una de sus máximas preocupaciones.
Largas jornadas
El Gobierno se dispone a topar por ley la jornada laboral máxima entre los asalariados en 37,5 horas semanales. Una norma que beneficiará a unas 12 millones de personas y que pondrá más distancia entre el día a día de los trabajadores por cuenta ajena y por cuenta propia. Y es que mientras el tiempo de trabajo puede disminuir para unos, seis de cada 10 autónomos afirman trabajan más de nueve horas al día.
Donde más excesos horarios se producen es en el sector de la construcción, donde se trabajan unas 10 horas de media, frente a las 9,25 horas que trabaja un autónomo del sector servicios, las 9,3 horas en la industria o las 8,9 de la agricultura.
Esa mayor dedicación horaria se visualiza también en otros sondeos de corte más amplio y periódico. Por ejemplo, en la encuesta de población activa (EPA) la jornada laboral media a la semana de los autónomos fue en el tercer trimestre de 2024, últimos datos disponibles, de 36,5 horas, frente a las 29,3 horas de media que hacían los asalariados.
Menos vacaciones
Menos tiempo de descanso diario y menos vacaciones a lo largo del año. Los autónomos cogen menos días de asueto de los que tienen reconocidas por ley los asalariados. Frente a los 30 días naturales que como mínimo tiene cualquier trabajador por cuenta ajena, los trabajadores por cuenta propia hacen, de media, 15 días de descanso al año. Solo dos de cada 10 autónomos hace los mismos días de reposo que un asalariado, según la encuesta de Previsión Mallorquina.
Y eso es una media, ya que el 38,6% hicieron una semana o menos. En este punto hay una brecha de género entre los autónomos hombres y las mujeres, ya que estas segundas hacen casi dos días menos de vacaciones al año (12,8 días), de media, que sus homólogos masculinos (15,5 días).
Factores como estos hacen que ser autónomo no sea fácil y es por ello que de los 700 encuestados, solo el 30% recomendaría a otra persona hacerse autónoma. Y es que el 15% de los trabajadores por cuenta propia reconoce ir al psicólogo para paliar la ansiedad derivada de su profesión, con un grado de reconocimiento bastante mayor entre las mujeres (20,1%) que entre los hombres (12,7%).
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