Ferit ha irrumpido por sorpresa en la casa de Pelin, decidido a obtener respuestas sobre Serter, el joven con el que ella está empezando a salir.

Aunque Pelin ha intentado seguir adelante con su vida, Ferit no ha aceptado su decisión y ha llegado a la casa de su exnovia lleno de celos. No ha tardado en bombardearla con preguntas sobre su relación con él, buscando saber si entre ellos había algo más.

«¿Le has besado?», ha preguntado insistentemente Ferit. Pelin, abrumada por la situación, ha intentado contener sus lágrimas, pero finalmente, sin poder más, ha admitido que no ha llegado a tener nada íntimo con Serter. Sin embargo, ha dejado claro que ya no forma parte de su vida y que él tiene que respetar su decisión de seguir adelante.

Celoso y dominado por la rabia, Ferit ha perdido el control y le ha gritado, reclamándole que ella sigue siendo suya y que no quiere verla con otra persona.

En ese momento, Serter ha llegado a la casa, y el ambiente se ha vuelto aún más tenso. Pelin ha temido lo peor al ver cómo los dos hombres se encontraban cara a cara, sabiendo que el enfrentamiento era inevitable.

Ferit, sin perder la compostura, ha decidido tomar el control de la situación. A solas con Serter, le ha pedido que se encuentren al día siguiente en un lugar apartado para hablar cara a cara. Serter, por su parte, ha aceptado la propuesta, consciente de que este encuentro podría marcar un antes y un después en la relación entre él, Ferit y Pelin.

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