Cuesta resistirse a revivir la infancia. Quim Arumí procura el hechizo con piezas que él mismo fabrica y que remiten a los juguetes de Exin Castillos, todo un clásico que causó furor en los años 70 y 80 del siglo pasado. Se encarga de idear, producir y vender maquetas y accesorios bajo el sello de NG Castillos, que mezcla la morriña por las horas trasteando con los prototipos de la mítica marca juguetera fundada en Barcelona en 1951 y el pasatiempo de edificar miniaturas. 

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