La cardióloga pediátrica Georgia Sarquella-Brugada (Besalú, 1977) está al frente de la prestigiosa Unidad de Arritmias, Cardiopatías Familiares y Muerte Súbita Infantil del Hospital Sant Joan de Déu (Esplugues de Llobregat). Esta unidad altamente especializada, creada hace un cuarto de siglo, es un referente europeo y trata a niños con problemas cardiovasculares.
Defina qué es una arritmia.
La arritmia no es más que una alteración del ritmo normal del corazón. Cuando este ritmo va muy rápido, se llama taquicardia. Y cuando va muy lento, se llama bradicardia.
¿Cuál es más grave?
Depende. Si el corazón debería latir a 60 por minuto y solo lo hace a 20, el problema es que no llega sangre suficiente al cuerpo. Si en lugar de latir a 100 por minuto, late a 300, tampoco es bueno porque el corazón se cansa. Es decir, que son problemas distintos con tratamientos distintos.
¿Y la muerte súbita?
Pese a ser infrecuente —se presenta en uno de cada 20.000 niños y jóvenes—, la muerte súbita infantil tiene un impacto muy grande en la sociedad y en las familias. Nuestra unidad es experta en muerte súbita infantil, que se debe tratar en centros de mucha experiencia para hacer un diagnóstico adecuado y ofrecer un tratamiento lo más personalizado posible.
«Las arritmias pueden ser de muchos tipos, pero algunas son el aviso de que un paciente está en riesgo de muerte súbita»
¿La arritmia puede ser un preaviso de muerte súbita?
Sí. Las arritmias pueden ser de muchos tipos, pero hay algunas arritmias ventriculares que pueden ser la manifestación o aviso de que un paciente esté en riesgo de muerte súbita. Por eso es muy importante que sean valorados en centros expertos, como Sant Joan de Déu. Las enfermedades relacionadas con la muerte súbita infantil afectan a uno de cada 1.500 menores de 18 años y tienen una base genética, por lo que pueden afectar a más de una persona en la misma familia. Por eso es tan necesario hacer un abordaje familiar global.
¿Cuál es la incidencia de las arritmias en niños?
En global, se cree que uno de cada mil niños tiene algún tipo de arritmia. Pueden aparecer desde la etapa prenatal y suelen verse más conmúnmente a los tres o cuatro años, alrededor de los ocho años y en la adolescencia. Van muy relacionadas con los estirones.
¿Qué causa las arritmias?
Enfermedades muy diversas. Desde causas genéticas hereditarias a pequeños cortocircuitos que puede haber en el corazón. A veces incluso las causan infecciones. Y a veces —esto lo vemos en los fetos— se deben a que la madre padece una enfermedad, como por ejemplo lupus, una patología autoinmune. Así, en nuestra cartera de pacientes hay desde fetos hasta niños que han terminado su crecimiento y se han estabilizado muchas de estas enfermedades.
Las arritmias malignas pueden presentarse como pérdidas de conocimiento, ahogamiento en la piscina o en formas raras de lo que aparenta una convulsión
¿Aumentan?
Yo creo que ahora somos más capaces de diagnosticarlas. Antes parecía que las cosas del corazón solo les ocurrían a las personas mayores. Ahora, cada vez más, tenemos una muy buena red de pediatras de atención primaria, que hace que haya una detección precoz de signos de alarma. Aquí en Sant Joan de Déu tenemos un programa llamado ‘Vincles’: los pediatras de primaria pueden consultarnos directamente a nosotros, los especialistas, para ofrecer una respuesta muy rápida cuando es necesario.
¿Cuáles son los síntomas?
Las arritmias malignas pueden presentarse como pérdidas de conocimiento, ahogamiento en la piscina o en formas raras de lo que aparenta una convulsión. En el caso de las bradicardias —cuando el corazón va más despacio del ritmo normal—, el niño puede estar más cansado, o puede no ir bien en la escuela o puede estar asintomático. A veces es difícil de diagnosticar, porque son niños que suelen portarse bien, pero porque el cuerpo no da para más. Normalmente los niños más inquietos suelen llamar más la atención; sin embargo, estos pasan más inadvertidos. En el caso de los recién nacidos, estos lógicamente no hablan, pero vemos que el bebé no come tanto, que está apático o que simplemente no crece.
¿Y las taquicardias?
Hay varios tipos, pero hay unas —que son las más habituales—, llamadas supraventriculares, que, básicamente, se dan porque hay un cortocircuito eléctrico en el corazón. El corazón de repente comienza a ir rápido. Y, aunque lo toleras bastante bien, notas que se acelera cuando no tocaría. Los niños suelen decir: ‘El corazón me hace pum-pum’. Otros te dicen que le aprieta, que le pincha… Suelen ser síntomas muy banales o muy inespecíficos. La dificultad de tratar con niños es que las explicaciones pueden resultar muy variopintas y hay que estar preparados para todo tipo de respuestas. Hay que querer entender su lenguaje.
«Si la taquicardia [un tipo de arritmia] se debe simplemente a que el corazón tiene un cortocircuito, se hace una ablación cardiaca, que es curativa y permite volver a una vida normal»
¿Qué se hace en estos casos?
Primero debemos saber si la taquicardia es un único problema o si está asociada a otros graves, que puedan provocar pérdidas de conocimiento o una muerte súbita. Si la taquicardia se debe simplemente a que el corazón tiene un cortocircuito, hay un tratamiento que es la ablación cardiaca [consiste en introducir un catéter en un vaso sanguíneo de la ingle y guiarlo hasta llegar al corazón para localizar y solucionar el problema]. Esta intervención es curativa y permite volver a una vida normal, sin necesitar otros tratamientos. La ablación cardíaca sirve para las arritmias más comunes; cuando son enfermedades raras o hereditarias, hay otras intervenciones.
¿Cómo cuáles?
A veces, colocar marcapasos, desfibriladores. A veces debemos poner medicación. En estos casos, hay un impacto importante en la vida del paciente. Aquí es donde aplicamos nuevas tecnologías que nos permitan individualizar los tratamientos y hacer una medicina de precisión desde la distancia para intentar que los pacientes tengan que venir al hospital lo mínimo posible, buscando que se sientan como los demás niños, en la medida de lo posible.
«El 40% de nuestra actividad es de pacientes de fuera de Cataluña, especialmente de otras zonas de España»
¿Cuántas ablaciones cardiacas hace esta unidad?
Entre seis y diez a la semana. Esta unidad celebró el año pasado su 25 aniversario. Somos una de las unidades de arritmias pediátricas más antiguas de Europa. La creó en el año 98 el doctor Josep Brugada [tío de esta doctora y el médico que por primera vez describió el síndrome de Brugada: una enfermedad hereditaria que aumenta el riesgo de muerte súbita cardiaca]. Y tiene la particularidad de que está destinada única y exclusivamente a pediatría, con todas las connotaciones que esto conlleva y las particularidades de los niños.
Esta unidad es un referente en cardiología pediátrica.
Hemos acabado siendo un referente europeo y mundial, sí. Recibimos a pacientes de todo el mundo. Ahora mismo, el 40% de nuestra actividad es de pacientes de fuera de Cataluña, especialmente de otras zonas de España.
Suscríbete para seguir leyendo