El Barça ha caído por 90-91 en un derbi lleno de alternativas ante un Joventut que acaricia la Copa del Rey y obliga a los azulgranas a ganar el martes en Girona si no quieren alejarse más de la Final a Ocho copera. La clave es que el control fue siempre visitante, con un mejor juego coral frente a los fogonazos primero de Metu, después de Parra y al final de Punter y de Satoransky.
El duelo llegaba en una semana muy complicada en cuanto a la gestión de la sección que ni siquiera calmó la victoria en París por 79-90. Lo sucedido con el ‘no fichaje’ de Thomas Heurtel debería sonrojar a más de uno… Pero ni siquiera eso hizo estallar a un Palau anestesiado contra los rectores del baloncesto azulgrana.
Sin Jan Vesely ni el visitante Sam Dekker por un proceso gripal, la canasta inicial de Fall no fue más que en espejismo al que respondió la Penya con un parcial de 0-10 que culminó el veterano exazulgrana Tomic tras dos triples de Gates (2-10).
Peñarroya tuvo que parar el partido y un triple de Parra y la única canasta de Punter en la primera parte parecían atisbar una reacción que cortaron los colegiados con un fuera de banda claro que cambiaron de signo. El caso es que de atacar para empatar con 7-10, los visitantes se distanciaron otra vez con el tercer triple de Gates y el inicio de la exhibición de Artem Pustovyi.
Willy Hernangómez salió sin intensidad y el exazulgrana anotó ocho puntos casi seguidos para disparar a los verdinegros hasta un +12 (7-19) que tan solo la gran irrupción de Chimezie Metu logró frenar. 11-21 al final de un pésimo primer cuarto local.
Metu acabaría la primera parte con 14 puntos. El californiano lideró la recuperación del Barça ayudado esta vez por una falta en ataque que forzó Willy y una canasta tras rebote ofensivo. Ese despertar llegó hasta el 27-28 tras una buena acción de un Jabari Parker que debe dar más.
Ahí los triples de Robertson y de Kraag unidos a una técnica a Peñarroya provocaron otra escapada de un Joventut que había llevado el control del partido en todo momento (31-39). Al menos, el triple de un Núñez que debe seguir ganando en confianza apagó en parte el incendio al final del segundo cuarto (36-40).
El Joventut regresó más metido en el partido y los triples de Robertson y del canterano Kraag volvieron a estirar el chicle hasta el 38-48. Si el Barça se había quedado en 11 puntos en el primer cuarto, se superó con siete en los ocho primeros minutos de la reanudación (43-53).
El regreso de un hipermotivado Joel Parra lideró una nueva recuperación local en un tercer cuarto marcado por los errores ofensivos en ambos bandos. El 12-13 tras una penúltima acción en la que no se señaló una clara falta sobre el exverdinegro ni otra sobre Metu dejó el marcador en 48-52 a falta de los últimos 10 minutos.
Dos triples seguidos de Guillem Vives volvían a alejar al Barça de la remontada y con Pustovyi convertido en Shaquille O’Neal (16 puntos), Peñarroya paró el partido con 57-67 a 5:38 del final. Ahí entre la defensa y la (por fin) aparición de Punter con dos triples seguidos despertaron al Palau y situaron un 69-70 a falta de 2:35 que obligó a Dani Miret a parar el derbi.
Otro triple de Punter más una canasta y dos tiros libres fallados por Tomic situaron un 76-72 que no bastó por la canasta del croata y la de Robertson tras una pérdida incomprensible del timorato Satoransky. 76-76 a 8.6 del final y triple de Punter que se fue al hierro. ¡Prórroga!
Los triples mal defendidos de Dotson y de Robertson volvieron a adelantar a los visitantes con Willy de vuelta a la pista y Parra como mejor argumento local (83-85). Satoransky dio la vuelta al marcador con un triple, Pustovyi machacó su decimoséptimo punto y Punter firmó el 90-89 desde el tiro libre a 30.1 del final. No entraron el triple de Robertson ni los dos tiros libres de Sato. En cambio, Robertson sí los anotó y estableció el 90-91 a 2.4 del final. Pésimo ataque con triple fallado de Punter y derrota merecida de un Barça que no controló nunca el derbi.