La ‘porcella rostida’, la ‘freixura de porcella’, el ‘indiot’, la ‘salsa d’ametllasopa de Nadalcassola dolça’, los ‘calamars farcits’ o, en el caso de los postres, la ‘coca de torró’, el ‘torró vermell d’ou torrat’ o la ‘Coca de Nadal’ son algunas de las recetas tradicionales mallorquinas propias de estas fiestas navideñas. Estos platos y muchos más se han incluido en el libro ‘Cuina de l’esperança. Gastromonia i etnografia mallorquina de Nadal’, obra del filólogo, escritor, investigador y promotor cultural Tomàs Vibot, que forma parte la colección ‘Taula parada’ que El Gall Editor dedica a la gastronomía. Se trata de un volumen de 255 páginas que puede adquirirse por 32 euros.
Este nuevo libro que profundiza en las tradiciones propias de Mallorca, en este caso en la gastronomía navideña, fue presentado este sábado en el celler Jaume de Puntiró de Santa Maria del Camí, con la participación del autor y de Gracià Sánchez, editor.
“La cocina es cultura y la gastronomía de Navidad es, como la de Pascua, una de las manifestaciones patrimoniales inmateriales más potentes que tiene nuestra identidad”, señala Vibot, gran conocedor de las tradiciones mallorquinas y autor de diversas publicaciones que ya profundizan en los símbolos de la gastronomía propia como la sobrasada o la ensaimada, entre otros. “Lo que durante siglos se comía en los hogares mallorquines para celebrar el nacimiento de Jesús era producto de una geografía, de un saber y de una historia, y este libro intenta trazar un recorrido que va desde nuestros días hasta los orígenes de unos platos, unos gustos y un ‘tarannà’ que nos define como país y nos sitúa, con nuestras singularidades, en un mundo cada vez más globalizado”, apunta el autor, que insta a mantener nuestras propias raíces porque “solo depende de nosotros y de nadie más”. “Cuando llega la Navidad y probamos el primer trozo de ‘coca de torró’, quina la haya hecho no solo nos regala el producto de su saber: nos ha puesto en la boca nuestra propia historia”, concluye Tomàs Vibot.
El libro ofrece las claves para mantener esta sabia tradición inmemorial de una Mallorca que ya apenas se reconoce y anima a mantener unas recetas que van más allá de satisfacer el acto biológico de comer, sino que ejercen de “sistema de comunicación que define una comunidad”, ya que “la alimentación está estrechamente vinculada a la fiesta, a la celebración o a las ceremonias”. La comida como símbolo de identidad.