Yolanda Díaz venía advirtiendo en las semanas previas al fin de 2024 de que la estrategia política de Sumar había cambiado y la llegada del año nuevo no ha hecho más que confirmar el viraje. El partido magenta, minoritario en la coalición de Gobierno, pierde espacio político a su izquierda y con alientos morados en su nunca ha apretado el botón que activa una nueva guerra interna. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social se ha plantado y, aferrada a una promesa, ha aireado las discrepancias con los socialistas.
La reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas, sin merma salarial, ha sido el estandarte de los de Díaz antes, durante y después del proceso electoral de 2023. El horizonte temporal plasmado sobre el papel y repetido en tantas declaraciones es 2025 y el mero planteamiento de no llegar a esa fecha, introducido por los socialistas, ha puesto en guardia a la principal cabeza de Sumar, que no quiere aceptar la invitación al extenso grupo de políticos que prometen y no cumplen una vez alcanzado el poder.
Algo que, a su juicio, los de Pedro Sánchez si se pueden permitir. “El PSOE siempre ha defendido una serie de políticas que luego no ha cumplido”, ha lamentando este viernes en los micrófonos de la radio pública. Es más, en esta ocasión acusa a los del puño y la rosa, concretamente al ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, de estar torpedeando la reducción de jornada. “El PSOE se opone a la reducción de jornada”, algo que, a su juicio, significa “golpear a las mujeres trabajadoras de nuestro país”.
Fuentes del Ministerio de Cuerpo lo niegan, pero la discordia ya está sembrada. “No puedo comprender que un ministro socialista se oponga a la reducción de jornada. Y no puedo comprender que el Congreso del PSOE haya planteado reducirla a 36 horas y ahora estén rechazando la reducción a 37,5 horas”, ha destacado la vicepresidenta segunda. “Ni siquiera Nadia Calviño se atrevió a tanto”, ha recordado a la predecesora de Cuerpo, al que acusa de “no respetar” el diálogo social ni el acuerdo “sagrado” firmado con UGT y CCOO para aminorar los tiempos de trabajo.
Defensa socialista
La política gallega ha puesto la diana en la espalada de Cuerpo y, ante el silencio del presidente del Gobierno, otros ministros del ala socialista han salido en su defensa. “Mi compañero Carlos Cuerpo es un gran ministro de Economía, es un gran compañero, es un gran amigo, y si hablamos a nivel personal, desde luego, es todavía mejor persona que todo lo que acabo de decir», ha pronunciado la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, que rechaza que se ponga en duda a su compañero.
Desde el propio departamento de Economía también han salido en defensa del señalado, pero con un tono mucho más tibio que el de su contendiente. “La reducción de la jornada laboral es una prioridad para el ministro Cuerpo”, han garantizado fuentes del Ministerio, y además “es un compromiso de Gobierno que se va a cumplir”. Asimismo, han garantizado que van a trabajar para que “sea una realidad lo antes posible”. En esta línea, la misma mantenida por Cuerpo hace apenas 24 horas, han puntualizado que es necesario tener en cuenta una serie de factores.
Por un lado han apuntado a “la realidad parlamentaria”, que actualmente no parece desprender una mayoría para sacar adelante la reducción, y por otro al “éxito de reformas pasadas, como la laboral, ambiciosas en sus objetivos y equilibradas en su diseño”. “Debemos seguir apostando por una política económica que funciona y que es la que garantiza la sostenibilidad de nuestros logros en materia económica y social”, es decir, “hay que seguir conjugando crecimiento con conquista y refuerzo de derechos”, han insistido. Sin embargo, Díaz ha trasladado que este es un discurso pronunciado de puertas hacia fuera y que en los foros internos la realidad es otra.
¿Reparto de culpas o lucha por méritos?
Sea como fuere y se la apropie quien se la apropie, lo cierto es que en el acuerdo de Gobierno firmado por PSOE y Sumar se recogía que la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas estaría vigente en 2025. También apuntaron que en 2024 sería de 38,5 horas, pero con una suerte de excusa apoyada en los convenios colectivos, como si estos afectasen a todos los trabajadores o directamente se respetasen, se la han saltado. Ahora el horizonte que ya reconoce la propia Díaz es el 31 de diciembre de este año; es decir, que se aplicaría realmente en 2026.
La legislatura que iba a ser de ganancia de tiempo de vida y una vivienda asequible ya ha cumplido más de un año y, por el momento, ni una cosa ni la otra se han acercado un mínimo al cumplimiento. El voto contrario de Junts, la ultraderecha y otros argumentos están sobre la mesa, pero la lógica parlamentaria ya se conocía cuando se firmaron los acuerdos y se hicieron las promesas. Y la de la reducción de jornada se la pueden apropiar los dos socios de Gobierno, triunfe o fracase.