El fútbol no fue justo con el Valencia en Mestalla, pero sí con Vinicius, que se marchó expulsado después de querer ser de nuevo protagonista en una noche marcada de nuevo para él en el feudo valencianista. Desde el inicio de partido demostró no saber comportarse y a algunos gritos desde la grada contestó con el gesto de ‘a segunda’ y su típica sonrisa. A partir de ahí se dedicó a perder algún que otro balón, a perder una ocasión clara tras la velocidad de Tárrega al corte y a mostrar que no fue lo suficientemente valiente como para lanzar el penalti que tiró Bellginham. Con el 1-0 todavía, Dimitrievski le recordó que no hay que ser tan mal compañero de profesión y su respuesta fue la de agredirle con las dos manos en pleno rostro. Por poner en contexto, Óscar Rodríguez ha recibido cuatro partidos de sanción tras su roja ante el Villarreal

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