El Museo Arqueológico Municipal de Cabra y la delegación municipal de Patrimonio, están ultimando en estos días según ha podido conocer este periódico, los preparativos para la recepción y exposición permanente en dicho espacio de la escultura de El Nilo de Igabrum una vez llegue desde el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba.
De esta forma se dará cumplimiento a lo autorizado por el museo cordobés y la Junta de Andalucía y que mediante contrato se ha firmado con el ministerio de Cultura, su cesión en depósito temporal por un periodo de cinco años prorrogable al consistorio egabrense.
Entre esos preparativos se está ultimando su forma de exposición y las medidas de seguridad que este elemento patrimonial requiere para que, a mediados del presente mes de enero, se presente como la primera Pieza del Mes del 2025 y para el que se contará con la presencia de distintas autoridades.
De esta forma se confirma lo que ya el pasado 24 de agosto adelantara a CÓRDOBA el alcalde, Fernando Priego, tras recibirse en el consistorio, con fecha 24 de julio, el informe relativo a la solicitud cursada de una vieja demanda municipal, en el que se expresan las condiciones de préstamo contempladas para bienes de titularidad estatal y donde, entre otras, se indica que la mencionada pieza «se identificará claramente, tanto en la propia exposición como en los medios de difusión que se adopten, como ‘Colección Estable del Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba’» y que no podrá ser objeto de ninguna actuación de conservación o restauración sin la autorización previa del museo cordobés.
El ‘Nilo de Igabrum’ regresa a Cabra 91 años después de su hallazgo. / Moreno
El Nilo de Igabrum es el segundo elemento más representativo del patrimonio arqueológico egabrense tras el busto escultórico del dios Mithra. La escultura, restaurada en el año 2015, se incorporó al Museo Arqueológico Provincial tras su hallazgo en 1934, formando parte de los fondos estatales. Fue encontrada de modo casual en algún lugar del norte del término municipal de Cabra, en el entorno del arroyo de la Chicona, y la pieza fue depositada en el Museo Arqueológico Provincial de Córdoba en 1935, como ya apuntaba a este periódico, Antonio Moreno, director del museo egabrense.
Pequeña escultura de mármol
Es una pequeña escultura de mármol, cuya base mide 45 cm. de longitud y 20 cm. de anchura máxima. Fragmentada en dos partes, perdió la parte superior de la figura, faltándole la cabeza, parte del tronco y casi todo el brazo derecho, siendo la altura conservada de sólo 16 cm. A pesar de dicha mutilación, añadía el director del museo, se identifica un cuerpo recostado sobre su lado izquierdo, apoyado en su codo y en la mano izquierda que sostiene una cornucopia, que aparece truncada, y, a su vez, se apoya en un ánfora por la que mana agua. Junto a este recipiente está la representación, también incompleta pero identificable, de un cocodrilo.
En la parte frontal de su pedestal aparece la inscripción «T(itus) Flavius Victor colleg[io] illychiniariorum prati novi d(ono) [d(at)]», que traducida viene a ser «Tito Flavio Víctor lo regala al gremio illychiniariorum del Prado Nuevo» y que está siendo objeto de estudio por José Remesal Rodríguez, miembro de la Real Academia de Historia y catedrático de Historia Antigua en la Universidad de Barcelona.
La pieza está fechada entre finales del siglo I y comienzos del siglo II d.C. y se cree que pudiera estar relacionada con el culto a la diosa egipcia Isis, lo que hace creer que en algún punto de la urbe romana de Cabra se encontrara un «iseo», templo dedicado a esta deidad, como también lo apunta el hallazgo que en su día se hizo de un pedestal de piedra calcárea descubierto en Cabra y que actualmente se conserva en el Museo Arqueológico Nacional, datado a comienzos del siglo III d.C.
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