Si copio y pego una de las tres últimas crónicas de un UCAM-Unicaja en Murcia escritas por mi compañero José Pablo Guillén, casi nadie, por no decir nadie, se daría cuenta. Porque el partido de ayer, una vez más, fue dominado por los malagueños frente a un rival que volvió a cometer los errores de siempre cuando enfrente están los actuales campeones de la Supercopa, a los que eliminaron en las semifinales de la pasada temporada por el título de liga, pero eso sí, perdiendo los dos encuentros en el Palacio. En el primer choque de 2025 se repitieron los errores de 2024. Fue un ‘dejá vú’ en toda regla. Frío arranque, concediendo una ventaja casi insalvable a un rival con una plantilla inmensa muy bien gestionada; demasiadas pérdidas de balón; falta de continuidad en el juego; bajos porcentajes de tiro...

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