El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson, fue reelegido el viernes en su cargo en una larga votación que puso de relieve las persistentes divisiones entre los republicanos de Donald Trump en el Capitolio.
En un principio, Johnson pareció no haber alcanzado la mayoría que necesitaba para conservar su puesto en una votación nominal que duró una hora, pero dos de los ‘rebeldes’ republicanos cambiaron sus votos para apoyarlo después de más de media hora de negociaciones. Finalmente, ganó la reelección con 218 votos, el número mínimo necesario.
Los republicanos controlan la cámara por una estrecha mayoría de 219 votos frente a los 215 que consiguió Hakeem Jeffries, el candidato demócrata al que han votado todo su partido en bloque.
Cuando ha terminado la primera ronda, el republicano tenía 216 votos, ya que tres de sus compañeros de filas habían votado por otro candidato.
Durante cerca de media hora, la sesión de la Cámara ha quedado pausada, pero con la votación abierta a la espera de que alguno de esos congresistas pudiera cambiar el sentido de su voto. Ha sido, entonces, cuando se ha visto a Johnson abandonar el hemiciclo con dos de los republicanos que no le habían votado.
Precisamente, han sido estos dos congresistas, Keith Self y Ralph Norman, quienes han cambiado su voto y han apoyado al candidato y evitado una crisis de unidad el día que comienza una nueva legislatura, con dominio republicano.
En cambio, el congresista republicano Thomas Massie, al que se le ha visto hablando por teléfono con Marjorie Taylor Greene (que apoyó a Johnson) de intermediaria, ha mantenido su voto disidente, como había avanzado hacía semanas en sus redes sociales.
Johnson, que contaba con el apoyo de Trump, renueva así su rol de líder de la Cámara de Representantes y segunda persona en la línea sucesoria presidencia, tras el vicepresidente.
Una prueba de fuego parea Trump
La votación fue una primera prueba de fuego de la capacidad del partido para mantenerse unido mientras avanza con la agenda de Trump de recortes impositivos y control fronterizo. También puso a prueba la influencia de Trump en el Capitolio, donde un puñado de republicanos ya han mostrado su disposición a desafiarlo.
Los republicanos de la Cámara de Representantes han estado asolados por divisiones internas durante los últimos dos años. Johnson fue ascendido a presidente después de que el partido destituyó a su predecesor Kevin McCarthy a mitad de su mandato.
Mike Johnson, el representante de Luisiana, de 52 años, pasó de la oscuridad a uno de los puestos más importantes de Washington durante tres semanas de agitación en octubre de 2023, cuando los republicanos expulsaron a McCarthy y tuvieron dificultades para ponerse de acuerdo sobre un sucesor. El abogado cristiano conservador surgió como una elección de consenso, pero desde entonces ha tenido dificultades para mantener unido a su partido.
Ha buscado construir una relación estrecha con Trump, quien lo respaldó el lunes tras semanas de incertidumbre. «Una victoria de Mike hoy será una gran victoria para el Partido Republicano», publicó Trump en las redes sociales este viernes. Trump volverá a la Casa Blanca el día de la investidura, el 20 de enero.
En un cargo que lo sitúa en segundo lugar en la línea de sucesión a la presidencia, después del de vicepresidente, Johnson tendrá una gran tarea por delante. Además de ocuparse de la amplia agenda legislativa de Trump, el Congreso tendrá que abordar el techo de la deuda nacional a finales de este año.
Como el gobierno federal ya tiene una deuda de más de 36 billones de dólares, se espera que muchos republicanos del Congreso exijan recortes significativos del gasto.
Está previsto que el Congreso se reúna el lunes para certificar la victoria electoral presidencial de Trump, una función que no podrá realizar sin un presidente.
Johnson también ha buscado facilitar su camino para los próximos dos años, modificando una regla acordada por McCarthy que permitía a cualquier miembro de la Cámara pedir la destitución del presidente mediante lo que se conoce como una «moción de destitución». Las reglas propuestas por Johnson requerirían que nueve miembros de la mayoría estuvieran de acuerdo antes de forzar el tipo de votación que llevó a la destitución de McCarthy.