Los gemelos de Yehia al Baltran ni siquiera llegaron a cumplir un mes de vida en Gaza. En vísperas de Año Nuevo se murieron literalmente de frío. A las 3 de la mañana, en una de las chabolas de mantas y plásticos donde tratan de sobrevivir junto al mar miles de los palestinos desplazados por la ofensiva israelí, se despertó al escuchar cómo su mujer trataba de reanimar a los niños. “Cogí al niño. Tenía la cara helada y blanca como la nieve. Estaba totalmente congelado”, le contó a la radio estadounidense NRP. Al Baltran consiguió llegar al hospital de los Mártires de Al Aqsa, en el centro de la Franja, pero era tarde. Jumma al Baltran murió de hipotermia a las tres semanas de vida. Días después lo hizo su hermano Ali, que no logró sobreponerse en la unidad de cuidados intensivos.

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