El primer encuentro ha sido raro, no preparado. Cuando Ahmed al Sharaa —el líder interino sirio, antes conocido por su nombre de guerra, Abu Mohamed al Jolani— se ha acercado en el palacio presidencial a sus dos invitados, el ministro de Exteriores francés, Jean Noël Barrot, y su homóloga alemana, Annalena Baerbock, el líder sirio y los dos europeos no sabían qué hacer.
Al Sharaa ha extendido la mano al alemán, que ha correspondido a medias. Baerbock simplemente ha asentido con la cabeza, mano en el pecho. Esta ha sido, así, la primera visita de dos altos cargos europeos a Damasco tras la caída del régimen de Bashar al Asad y la victoria de los rebeldes sirios, liderados por la milicia islamista radical Hayat Tahrir al Sham (HTS), comandada por Al Sharaa.
Baerbock y Barrot han visitado este viernes Damasco, según han explicado ellos mismos, para ofrecer la ayuda de la Unión Europea (UE) para la reconstrucción siria a cambio, eso sí, que las minorías del país árabe sean respetadas. “Juntos, Alemania y Francia estamos del lado de la gente siria, en toda su diversidad. Queremos promover una transición pacífica, que esté al servicio tanto de los sirios como de la estabilidad regional”, ha dicho este viernes Barrot».
“Este viaje, hecho conjuntamente con mi homólogo francés en representación de toda la UE, es un claro mensaje a la población siria: un nuevo inicio político entre Europa y Siria, y entre Alemania y Siria, es posible”, ha dicho Baerbock.
“Organización terrorista”
A pesar de los buenos mensajes y esta visita oficial —Barrot y Baerbock también han visitado a líderes de la comunidad cristiana siria y la cárcel de Sednaya—, la UE y ambos países siguen catalogando a HTS como una organización terrorista.
HTS, antes conocida como Al Nusra, fue hasta 2019 la filial de Al Qaeda en Siria. Al Jolani —ahora reconocido por su nombre real, Ahmed al Sharaa—, de hecho, entrenó y llegó al liderazgo de la organización tras un acuerdo con el liderazgo internacional de Al Qaeda y de Abu Bakr al Bagdadi, quien en 2014 declaró al mundo el inicio del Estado Islámico (EI).
HTS, sin embargo, ha luchado en su región de control, Idleb, contra el EI, además de la nueva filial de Al Qaeda en Siria, Hurrás al Din. “Sabemos perfectamente de dónde viene ideológicamente HTS, y lo que ha hecho en el pasado. Pero también escuchamos y vemos sus deseos de moderación y de entendimiento”, ha dicho Baerbock este viernes.
El acercamiento, sin embargo, queda aún muy lejos. El mes pasado, Estados Unidos retiró de su lista de terroristas más buscados a Jolani, contra quien pesaba una recompensa de 10 millones de dólares, pero la UE y EEUU aún mantienen en vigor sanciones contra el país árabe, impuestas contra Asad en 2020. Según los expertos, la UE y EEUU no tienen previsto levantar estas sanciones en un corto plazo, hasta que sea asegurada una transición de poder pacífica.