Candy se cambió de género en verano de 2023, y de Cándido pasó a tomar su nombre actual, y de hombre a mujer. Pero esto no ha evitado que esté condenado en firme desde el 11 de septiembre de ese mismo año a 15 meses de prisión por malos tratos continuados a su expareja. Tras conocer la pena, solicitó el indulto para no entrar en la cárcel, una petición a la que se han opuesto ahora tanto la Fiscalía como el Juzgado de lo Penal 3 de Sevilla.
El teniente fiscal provincial justifica en su escrito, fechado el pasado 13 de diciembre, «que la víctima se ha negado» a la concesión de esta medida de gracia, y que «la penada no se encuentra a disposición del Tribunal». Esta última afirmación se basa en la orden de busca y captura que firmó la Sala el 30 de octubre, hace más de dos meses, para que Candy cumpla la pena impuesta.
La Fiscalía apunta además que la reinserción que alega la condenada «no es la finalidad única de la pena, la cual no puede dejar de cumplirse, en este caso, para hacer efectivo el carácter aflictivo de la pena en cumplimiento de su finalidad de prevención general y especial». «Las penas también deben cumplir otras funciones, además de la de resocialización, como son la prevención general y la prevención especial en aras a evitar la reiteración de hechos similares«.
Por su parte, la magistrada de lo Penal 3 señala que Candy «ha sido condenada en varias sentencias anteriores y posteriores por delitos de lesiones, hurto, violencia familiar y otros». «Se ha de tener en especial consideración la peligrosidad delictiva de la persona penada, la cual se infiere de su trayectoria criminal que resulta de su hoja histórico penal», argumenta la jueza en un informe del 19 de diciembre.
«Según consta en el informe remitido por la Subdelegación del Gobierno de Sevilla, al penado le constan numerosos señalamientos por antecedentes delictivos, y consta en la presente pieza oposición por parte de la víctima a la concesión del indulto solicitado», añade asimismo la titular de lo Penal. «A todo lo anterior ha de añadirse que no se aprecian circunstancias excepcionales, fuera del inconveniente que a cualquier persona le supone entrar en prisión».
«Tanto el informe del Fiscal como de la Magistrada refrendan lo que llevamos meses poniendo de relieve: la alta peligrosidad que existe en este caso y la merma en seguridad para la víctima«, ha declarado al respecto José Antonio Sires, el abogado que defiende a la expareja del agresor. «Candy se tendrá que sentar de nuevo en el banquillo de los acusados por agredir a mi clienta de forma reiterada, en una causa en la que se enfrenta a una petición de pena de cuatro años de cárcel», ha recordado Sires.