«Dile a tu padre que le queda poco tiempo de vida». «Lo estamos estudiando día a día». «Todos sus pasos». «El próximo en caer va a ser tu padre». Estos son algunos de los mensajes amenazantes que recibió días antes del crimen la familia de Jesús R. S., el hombre asesinado a tiros el pasado 30 de diciembre a la entrada de la urbanización Tres Arroyos de Badajoz. En concreto, tienen fecha del 19 de diciembre y no son los únicos. «Vamos a hacer una buena limpia», escribió un remitente anónimo en una conversación, a la que ha tenido acceso La Crónica, en la que también hace bromas macabras sobre la muerte de su yerno, el joven de 34 años acribillado a balazos justo 10 meses antes, el 29 de febrero de 2024, en el bar Vaquerizo mientras desayunaba junto a su mujer, que resultó herida.
Desde que su yerno fue tiroteado, según confirman fuentes cercanas, Jesús R. S. utilizaba un chaleco antibalas como medida de protección. No fue suficiente para protegerse de la ráfaga de disparos que le lanzaron desde un coche en marcha cuando se dirigía en su vehículo a la vivienda de un familiar en Tres Arroyos, a la que prácticamente se desplazaba a diario. Los pistoleros conocían sus movimientos, lo habían estado vigilando previamente.
El abogado que representa en esta causa a la esposa del fallecido, José Duarte, no confirmó la existencia de estas amenazas previas ni tampoco más detalles de los hechos a la espera de que avance la investigación que hay en marcha y el juzgado levante el secreto de las actuaciones, que decretó el mismo día del asesinato.
«La Guardia Civil va a resolver los dos casos, este y el anterior (en referencia al del bar Vaquerizo). Sus investigadores tienen un método distinto, porque parten sin prejuicios y sin ideas preconcebidas», se limitó a señalar Duarte, que insistió en que para la familia es «positivo» que la Guardia Civil se haya puesto al frente de la investigación del crimen de Tres Arroyos (corresponde a este cuerpo por demarcación).
El asesinato de febrero, sobre el que se mantiene todavía el secreto de sumario, lo investiga la Policía Nacional.
Ambas investigaciones siguen abiertas y, de momento, no hay detenidos por ninguno de los dos asesinatos.
