Ya desde la Antigüedad, los autores clásicos dejaban constancia de cómo algunos animales eran capaces de anticipar la llegada de ciertos desastres naturales: terremotos, inundaciones y grandes tormentas. Cuando no existían instrumentos de medición como los actuales, muchas especies servían para pronosticar cambios bruscos en la naturaleza, gracias a sus cambios de comportamiento.

Fuente