El sector ferroviario español, liderado por Renfe y Adif, ha iniciado el año 2025 arrastrando una larga lista de problemas acumulados durante 2024. Las incidencias no cesan, y la confianza de los usuarios en un transporte clave para la movilidad nacional está en mínimos históricos. Las averías masivas, los retrasos continuos y una gestión percibida como ineficiente han transformado un servicio que era referencia internacional en puntualidad y modernidad en un símbolo de frustración para miles de viajeros.

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