Manifestantes reclaman respuestas sobre el paradero de cuatro activistas secuestrados hace más de una década, un caso emblemático de la guerra sirio.

Manifestación en Douma recuerda a activistas secuestrados

En Siria, manifestantes se congregaron el miércoles en una sentada para pedir justicia por la desaparición forzada de Razan ZaitounehWael HamadehSamira Khalil y Nazem Hammadi en 2013. Los activistas fueron secuestrados hace más de una década, en medio de la guerra civil que continúa afectando al país.

El 9 de diciembre de 2013, un grupo armado irrumpió en el Centro de Documentación de Violaciones en Douma, llevándose a los cuatro activistas. Desde entonces, no se han encontrado pruebas de vida ni de muerte, dejando este caso como uno de los misterios más oscuros de la guerra sirio.

Razan Zaitouneh, conocida por su postura imparcial y laica, destacaba por documentar abusos tanto del régimen de Bashar al-Assad como de los grupos rebeldes. Su valentía en denunciar violaciones de derechos humanos la convirtió en una figura prominente, pero también en un blanco vulnerable.

Desde el derrocamiento de Assad el pasado 8 de diciembre, las protestas han resurgido en Siria para exigir claridad sobre los desaparecidos forzosamente durante su gobierno. El grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) ha tomado una posición neutral respecto a las acusaciones contra facciones armadas, mientras apoya las demandas de justicia de los activistas.

Datos clave sobre el secuestro de los activistas en Douma

  • El secuestro ocurrió el 9 de diciembre de 2013 en el Centro de Documentación de Violaciones en Douma, al noreste de Damasco.
  • Las víctimas fueron Razan Zaitouneh, su esposo Wael HamadehSamira Khalil y Nazem Hammadi.
  • El Ejército del Islam, la facción rebelde más poderosa en Douma en ese momento, es señalado como principal sospechoso.
  • El grupo siempre negó su participación, culpando al régimen de Assad y al Frente Nusra.
  • Hasta la fecha, no hay rastro de los activistas ni pruebas concluyentes sobre su destino.

Acusaciones contra el Ejército del Islam por el caso

Los indicios señalan al Ejército del Islam como responsable del secuestro. Este grupo, compuesto por islamistas de línea dura, gobernaba Douma en 2013 y ha sido acusado de considerar a Zaitouneh una amenaza debido a su labor documentando abusos.

Según declaraciones de un funcionario del Ejército del Islam en 2018, la intención era proteger a Zaitouneh del régimen de Assad, aunque esta versión ha sido ampliamente cuestionada. La facción también enfrentó críticas por haber ignorado los llamados para cooperar en la búsqueda de los desaparecidos.

Durante su control de Douma, el Ejército del Islam impuso estrictas normas basadas en la sharia, marginando a otros grupos rebeldes. Sin embargo, tras ser expulsados por las fuerzas de Assad en 2018, el grupo se debilitó considerablemente, reduciendo las esperanzas de encontrar a los activistas con vida.

En la actualidad, esta facción armada sigue activa, respaldada por Turquía, pero ha sido excluida del liderazgo sirio liderado por el HTS. Recientemente, iniciaron conversaciones con HTS para integrarse en el nuevo sistema político, aunque no se alcanzaron acuerdos definitivos.

Reclamos de justicia marcan las protestas en Siria

Durante la manifestación en Douma, pancartas denunciaron directamente al Ejército del Islam, acusándolos de secuestrar a los activistas. Mensajes como “Libertad” y “Traidor que secuestra a un revolucionario” fueron visibles entre los asistentes.

Yassin Haj Saleh, esposo de Samira Khalil, expresó que la desaparición de los activistas representa “una de las heridas más profundas” de la guerra. “Se llora a quienes mueren, pero a los desaparecidos por la fuerza se les niega tanto vivir como ser llorados”, afirmó.

Saleh destacó la importancia de descubrir la verdad y llevar a los responsables ante la justicia como pasos necesarios para la reconciliación en Siria. Señaló que “es imprescindible encontrar los cuerpos para que Siria pueda sanar”.

Por su parte, Wafa Moustafa, hija de un desaparecido en 2013, afirmó que la justicia debe abarcar todos los crímenes cometidos por distintas facciones, no solo aquellos atribuidos al régimen de Assad. Según ella, “sin justicia integral, el futuro de Siria estará en riesgo”.

Reconocimientos internacionales de Razan Zaitouneh

El trabajo de Razan Zaitouneh trascendió fronteras, siendo reconocida a nivel internacional. Fundadora del Centro de Documentación de Violaciones y líder de los Comités de Coordinación Local, su activismo la convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos humanos en Siria.

En 2013, recibió el premio Mujer Internacional de Coraje, otorgado por Michelle Obama, en reconocimiento a su labor. No obstante, su compromiso con la verdad y la justicia también la colocó en el centro de amenazas constantes.

Varias fuentes indicaron que el Ejército del Islam consideraba su trabajo una amenaza directa a su poder, y su desaparición forzada estaría relacionada con estas tensiones. A pesar de las amenazas y el exilio de sus miembros, el grupo no ha asumido responsabilidad por el caso.

Mientras las investigaciones permanecen estancadas, el caso de Zaitouneh y sus compañeros continúa siendo un símbolo de las atrocidades cometidas en el marco de la guerra civil siria.

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