La Fuerza Aérea israelí reveló una operación de élite en Siria, donde destruyeron una instalación subterránea de fabricación de misiles iraníes en septiembre.

Detalles de la operación secreta israelí en Siria

La Fuerza Aérea de Israel informó sobre una de sus operaciones de comando más complejas, en la que 120 miembros de fuerzas especiales llevaron a cabo un ataque contra una planta subterránea de misiles iraníes en Siria. El objetivo, conocido como “Operación Muchas Maneras”, tuvo lugar el 8 de septiembre y buscaba neutralizar una instalación que fabricaba misiles para Hezbolá y el régimen de Bashar al-Assad.

Ubicada en Masyaf, en el Centro de Estudios e Investigaciones Científicas (CERS), la instalación conocida como “Deep Layer” estaba construida a una profundidad de entre 70 y 130 metros. Su posición, al oeste de Hama y a más de 200 kilómetros de la frontera israelí, la convertía en un blanco estratégico para las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

La operación involucró a la unidad de élite Shaldag y a la Unidad de búsqueda y rescate 669. Según el ejército israelí, no se registraron bajas entre sus tropas, y el ataque cumplió con su objetivo de eliminar la amenaza que representaba la instalación.

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El sitio era considerado el “proyecto insignia” de Irán en Siria, diseñado para armar a Hezbolá con misiles de precisión y fortalecer la capacidad militar del régimen de Assad. Los planes para construir esta instalación comenzaron en 2017, después de que Israel destruyera un sitio similar sobre la superficie en CERS.

Características de la instalación “Deep Layer”

  • Construida a 70-130 metros bajo tierra para evitar ataques aéreos.
  • Diseñada en forma de herradura, con entradas separadas para materias primas, misiles terminados y logística.
  • Incluía 16 salas para la producción de misiles, desde la fabricación de motores hasta la pintura final.
  • Estaba en las etapas finales de operación cuando fue destruida.
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Objetivos y contexto del ataque

El sitio subterráneo fue construido como respuesta a los ataques previos de Israel, que destruyeron instalaciones superficiales utilizadas por Irán para fabricar cohetes. Estos ataques llevaron a Teherán a adoptar una estrategia que implicaba construir instalaciones subterráneas más resistentes.

En 2021, Irán finalizó la construcción de la planta y comenzó a equiparla para la producción masiva de misiles. En años posteriores, se realizaron pruebas exitosas en la línea de producción, lo que incluyó la fabricación de al menos dos misiles completos y varios motores para cohetes.

La planta no alcanzó a operar plenamente antes de ser destruida. Según las FDI, el ataque evitó que Irán y sus aliados en la región avanzaran con sus planes de incrementar su capacidad militar.

El éxito de esta operación se produce tras la reciente caída del régimen de Assad, que permitió durante años a Irán usar territorio sirio como base para fabricar y trasladar armas a Hezbolá. Con la retirada de las fuerzas iraníes, la influencia de Teherán en Siria ha disminuido significativamente.

Impacto y antecedentes de la operación

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El sitio destruido en Masyaf era una pieza clave en los planes de Irán para dotar a Hezbolá de proyectiles avanzados. Los ataques israelíes en años anteriores ya habían afectado seriamente la capacidad logística iraní, lo que forzó la construcción de esta nueva instalación.

Durante la incursión del 8 de septiembre, las FDI demostraron su capacidad para llevar a cabo operaciones de alta complejidad en territorio enemigo. Este éxito refuerza la política de Israel de actuar preventivamente contra amenazas a su seguridad.

La operación también resalta el papel crucial de las unidades especiales como Shaldag y la Unidad 669, que lograron ejecutar la misión sin bajas y con un impacto significativo en los planes estratégicos de Irán.

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Datos clave de la planta destruida

  • Ubicación: Masyaf, Siria, a más de 200 km de la frontera israelí.
  • Función: Fabricación de misiles de precisión para Hezbolá y el régimen de Assad.
  • Dimensiones: Excavada en una montaña, con más de 16 salas especializadas.
  • Estatus: En construcción desde 2017, alcanzando las últimas etapas de operación en 2023.

Detalles sobre la magnitud de la planta y su importancia estratégica

Según estimaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la instalación tenía la capacidad de producir entre 100 y 300 misiles al año, incluidos misiles de largo alcance (hasta 300 kilómetros), misiles de precisión (130 kilómetros) y cohetes de corto alcance (40-70 kilómetros). Esta planta estaba diseñada para reducir la necesidad de transportar armas desde Irán a Líbano, un método que había sido vulnerado constantemente por los ataques israelíes.

El sitio, ubicado a una distancia estratégica de la frontera con Líbano, buscaba facilitar el abastecimiento de armamento a Hezbolá con menores riesgos de intercepción. Las FDI identificaron esta amenaza y comenzaron a planificar su destrucción años antes, aunque solo con el inicio de la guerra en múltiples frentes esta posibilidad se concretó como prioridad.

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La operación fue asignada a la unidad Shaldag de la Fuerza Aérea de Israel (IAF), reconocida por su entrenamiento especializado. Desde dos meses antes del ataque, los comandos practicaron intensamente simulaciones y escenarios diversos para garantizar el éxito de la misión.

Características y capacidades de la instalación destruida

  • Capacidad de producción anual: entre 100 y 300 misiles.
  • Tipos de misiles: largo alcance (300 km), precisión (130 km), corto alcance (40-70 km).
  • Ubicación: cerca de Masyaf, Siria, a 200 km de la frontera israelí.
  • Construcción subterránea a gran profundidad, diseñada para evadir ataques aéreos.

Planificación, entrenamiento y desarrollo de la operación

El entrenamiento para la incursión coincidió con la campaña militar en Gaza y los constantes ataques contra Hezbolá en el Líbano. Los ejercicios tácticos representaron un desafío adicional para las fuerzas israelíes, que enfrentaban simultáneamente amenazas múltiples. Se diseñaron estrategias detalladas para superar posibles obstáculos, como las defensas aéreas sirias y la presencia militar rusa en la región.

La operación fue ejecutada el 8 de septiembre, elegido por las condiciones meteorológicas óptimas. Participaron 100 comandos de Shaldag y 20 miembros de la Unidad 669, especializados en rescate y atención médica. Fueron transportados en helicópteros CH-53 “Yasur”, acompañados de helicópteros de ataque, aviones de combate, drones y aviones espía.

Los helicópteros volaron a baja altitud para evitar ser detectados por los radares sirios. Durante el vuelo, aviones y drones lanzaron ataques simulados contra otras instalaciones en Siria para distraer a las fuerzas locales y enmascarar el verdadero objetivo de la operación.

Una vez en tierra, los comandos enfrentaron desafíos como atravesar puertas reforzadas y asegurar la zona contra posibles refuerzos sirios. Equipados con explosivos y un quad para agilizar los movimientos dentro de las instalaciones, colocaron bombas en puntos clave de la línea de producción, especialmente en los mezcladores planetarios utilizados para fabricar el combustible de los cohetes.

Medios y recursos desplegados en la operación

  • Helicópteros: 4 CH-53 “Yasur” y 2 de ataque.
  • Aeronaves: 21 aviones de combate, 5 drones y 14 aviones espía.
  • Municiones: 49 proyectiles lanzados durante el ataque.
  • Comandos: 100 de Shaldag y 20 de la Unidad 669.

Resultados del ataque y destrucción de la instalación

La incursión culminó con la detonación de más de 300 kilogramos de explosivos en la planta, lo que generó una explosión subterránea equivalente a una tonelada de material explosivo. Los soldados describieron la explosión como un “mini terremoto”. Durante la operación, se eliminaron al menos 30 soldados sirios, y se capturaron documentos que confirmaron el avanzado estado de operatividad de la planta.

El sitio quedó completamente destruido, y los helicópteros regresaron a Israel tras dos horas y media en tierra. Según las FDI, el tiempo de reacción del ejército sirio fue insuficiente para evitar la retirada segura de los comandos.

Actualmente, las FDI aseguran que la planta subterránea ya no está operativa, y la retirada de las fuerzas iraníes de Siria ha reducido significativamente la capacidad de Teherán para apoyar a Hezbolá con misiles y armamento sofisticado.

Impacto estratégico de la operación

  • Eliminación de una instalación clave en la fabricación de misiles para Hezbolá.
  • Reducción de la presencia militar iraní en Siria tras la caída del régimen de Assad.
  • Éxito de las unidades de élite israelíes en operaciones de alta complejidad.
  • Neutralización de amenazas potenciales contra el norte de Israel.

Fuente