De espaldas, y con la cabeza en alto. El blanco impoluto de su bata médica rompiendo con la gama cromática de grises proporcionada por la devastación. Esta es la última imagen del doctor Hussam Abu Safia, el director del también último hospital operativo del norte de Gaza. Al final del pasillo de ruinas, el tanque israelí le aguarda para, igual que ha hecho con decenas de miles de palestinos más, apresarlo. Durante días, no se ha sabido nada más de él y el mundo –organizaciones internacionales como Naciones Unidas o la Organización Mundial de la Salud incluidas– ha enloquecido buscándolo. Ahora se sabe que Israel lo ha encerrado en la base militar de Sde Teiman.
Tras semanas de brutal asedio contra el hospital Kamal Adwan de Beit Lahiya que dirigía, y pese a los múltiples llamamientos lanzados al vacío para evitarlo, Abu Safia ha perdido su centro médico. No sólo él mismo se encuentra privado de libertad, sino que el propio hospital ya ha dejado de funcionar. El Ministerio de Salud de Gaza ha dicho que el doctor fue arrestado el viernes junto con docenas de otros miembros del personal y llevado a un centro de interrogatorio, mientras las tropas israelíes irrumpían en el hospital. Allí, obligaron a muchos miembros del personal y pacientes a salir y les dijeron que se desnudaran en el clima invernal. Después, prendieron fuego al centro, dejándolo completamente inoperativo.
Mil doctores y enfermeros muertos
El sábado el Ejército israelí confirmó la detención del director del Kamal Adwan para interrogarlo al ser un presunto agente de Hamás. Hasta ahora, no ha proporcionado ninguna prueba para demostrarlo. También han anunciado que, al entrar en el hospital, las fuerzas especiales encontraron armas. Hasta la redada, el Kamal Adwan albergaba en su interior unos 350 pacientes y personal médico. Por ello, el doctor Abu Safia se había convertido, de alguna manera, en la voz del mermado sistema sanitario gazatí. El director del Kamal Adwan veía como su hospital, uno de los últimos operativos en el norte de Gaza, se veía abocado al mismo destino que los demás centros médicos del enclave.
A lo largo de estos 15 meses de brutal ofensiva israelí, que ha arrasado con más de 45.300 vidas palestinas, también se ha llevado a su paso el sistema sanitario de la Franja. Los hospitales gazatíes y su esencial personal médico se han convertido en objetivo de bombardeos e incursiones militares terrestres. Más de un millar de doctores y enfermeros han perdido la vida desde el 7 de octubre de 2023, según las autoridades locales. Centenares más han sido detenidos por Israel y se desconoce su paradero. Aquellos que han retornado del infierno de los campos de detención israelíes relatan jornadas sometidos a torturas y brutales abusos.
Un hijo asesinado
“El mundo debe entender que nuestro hospital está siendo objetivo con la intención de matar y desplazar por la fuerza a la gente que hay en el interior”, dijo Abu Safia en un comunicado el lunes pasado. Una semana más tarde, es su hijo Idris quién se ha dirigido a los medios para pedir mayor presión para la liberación de su padre. “Actualmente se encuentra preso en el centro de detención militar israelí Sde Teiman, conocido por la brutalidad y la tortura que se practica contra prisioneros palestinos”, ha dicho Idris en un vídeo. “Hemos recibido testimonios de detenidos liberados que confirman que ha sido sometido a humillaciones y malos tratos, incluso a ser obligado a desnudarse y utilizado como escudo humano”, ha añadido.
La familia Abu Safia ya perdió a un hijo en octubre cuando las tropas israelíes mataron a Ibrahim en lo que parecía una medida para presionar al director del Kamal Adwan por su discurso denunciando las acciones israelíes en contra del hospital. “Hacemos un llamamiento a las instituciones internacionales, a las organizaciones de derechos humanos y a toda persona consciente, así como a todos los médicos del mundo, para que adopten medidas urgentes e inmediatas para presionar a las autoridades ocupantes a fin de que liberen a nuestro padre antes de que corra la misma suerte que muchos médicos y personal sanitario que han sido asesinados bajo tortura o debido a una negligencia médica deliberada, o que siguen desaparecidos hasta el día de hoy”, ha pedido la familia.
«No debemos fracasar otra vez»
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció la redada contra el Kamal Adwan y expresó su preocupación por el paradero del doctor Abu Safia. “Los hospitales de Gaza se han convertido una vez más en campos de batalla y el sistema de salud está gravemente amenazado”, tuiteó el lunes su director Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Por cada vida palestina que se debería y podría haberse salvado en Gaza, hemos sido puestos a prueba, y hemos fracasado una y otra vez”, ha reconocido Francesca Albanese, la relatora especial de Naciones Unidas para los Territorios Ocupados Palestinos. “No debemos fracasar otra vez: todos debemos hacer todo lo posible para salvar al doctor Abu Safia”, ha tuiteado acompañando su reclamo con una foto del director con su hijo Ibrahim.
Mientras, los ataques contra la Franja de Gaza no se han detenido. Las fuerzas israelíes han matado a cuatro palestinos en un ataque a la sitiada Jabalia, en el norte de Gaza, después de un día de bombardeos que mataron al menos a 27 personas en toda la Franja. A su vez, las autoridades palestinas han denunciado que cinco prisioneros de Gaza han muerto mientras estaban en centros de detención israelíes. Las lluvias han provocado la inundación de centenares de tiendas de campaña en todo el enclave, a medida que las muertes por hipotermia no dejan de aumentar ante las temperaturas extremas.