De espaldas, y con la cabeza en alto. El blanco impoluto de su bata médica rompiendo con la gama cromática de grises proporcionada por la devastación. Esta es la última imagen del doctor Hussam Abu Safia, el director del también último hospital operativo del norte de Gaza. Al final del pasillo de ruinas, el tanque israelí le aguarda para, igual que ha hecho con decenas de miles de palestinos más, apresarlo. Durante días, no se ha sabido nada más de él y el mundo –organizaciones internacionales como Naciones Unidas o la Organización Mundial de la Salud incluidas– ha enloquecido buscándolo. Ahora se sabe que Israel lo ha encerrado en la base militar de Sde Teiman.

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