Denuncian el plan urbanístico del PP en Alfafar que acabaría con la huerta que «salvó vidas» el día de la DANA

La especulación inmobiliaria ha pasado al centro del debate público desde que la DANA arrasó la provincia de Valencia, hace ya dos meses. A pesar de la tragedia, se siguen aprobando leyes y cambiando normativas, como la Ley de simplificación administrativa que el Ejecutivo de Carlos Mazón impuso aquel 29 de octubre, y que permitirá construir en zonas inundables. La catástrofe, que costó 223 vidas humanas en la Comunidad Valenciana, no parece ser una lección suficiente para acabar con el negocio de construir poniendo en riesgo a las personas. Un ejemplo de esto está ocurriendo en Alfafar, uno de los lugares más sacudidos por las inundaciones.

Este municipio de L’Horta Sud es el cuarto con más víctimas mortales de la provincia de Valencia, con al menos 15. A pesar de la virulencia de la DANA en Alfafar, la situación podría haber sido mucho peor. Y es que una de las señas de identidad de esta comarca fue precisamente lo que evitó que las inundaciones causaran más daños personales y materiales. Los restos de la huerta, que antaño cubría y daba de comer a toda esta zona, fueron claves en la amortiguación de la inundación, achicando agua y evitando que la riada fuera todavía más catastrófica. A pesar de esto, el Ayuntamiento de Alfafar, que dirige el PP de Juan Ramón Adsuara, sigue adelante con el plan ‘Font Baixa’, un proyecto urbanístico que eliminará lo poco que queda de huerta.

El plan ‘Font Baixa’ viene del «boom urbanístico» de los años 90

Este proyecto urbanístico prevé que 36 torres de entre ocho y diez alturas coronen el barrio de La Fila. Para ello, se deberán sacrificar 140.000 metros cuadrados de terreno que a día de hoy son de huerta. Desde el grupo de L’Horta Sud de Acció Ecologista-Agró denuncian que la especulación acabe con «parte de nuestro patrimonio«, como explica a ElPlural.com uno de sus miembros: «toda nuestra comarca estaba llena de huerta y ya quedan trocitos«. Las 1.200 viviendas que albergaría este complejo, son innecesarias, como también lamenta la asociación: «En caso de demanda de viviendas hay muchas vacías en el municipio».

El proyecto de ‘Font Baixa’ se aprobó en el Plan de Reforma Interior de 2019, cuando se presentó el diseño de las 36 torres. Los ecologistas apuntan que se trata de un proyecto que «ya no corresponde con las necesidades de hoy en día». Y es que este terreno se calificó como urbanizable hace 32 años, en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1992. Una iniciativa tomada «en pleno boom urbanístico», que ha causado que los alfafarenses lleven desde entonces pagando un Impuesto sobre Bienes e Inmuebles (IBI) «descomunal». Por ello, además de oponerse a la urbanización de este suelo y la destrucción de la huerta, desde Acció Ecologista-Agró proponen «que los propietarios tengan alguna indemnización«.

Los cultivos que en otra época cubrían la comarca de L’Horta Sud, son una parte fundamental de la identidad de los alfafarenses, por lo que ya había motivos para defenderlos antes del 29 de octubre. Sin embargo, la DANA dio una razón que sentencia el caso de la ‘Font Baixa’, ya que los últimos reductos de la huerta que el Ayuntamiento quiere cementar fueron claves en la laminación de las aguas, lo que evitó que la inundación fuese mucho más virulenta. «Esta funcionalidad algunas vecinas ya la conocían por todas las gotas frías que históricamente ha sufrido Alfafar», explican desde la asociación.

La ‘Font Baixa’ destruiría la huerta que «salvó vidas» en Alfafar el día de la DANA: «Ha protegido al pueblo»

Al lado de los terrenos donde se erigiría el complejo urbanístico de la ‘Font Baixa’ hay un aparcamiento municipal con capacidad para más de 200 coches. La absorción del exceso de agua que hizo el terreno de la huerta, evitó que este aparcamiento se desbordara, lo que habría resultado en una riada de coches todavía peor que las vistas aquel 29 de octubre. La isla de huerta que todavía permanece en esta zona evitó que la situación fuera todavía peor en el barrio de La Fila de Alfafar, así como en las calles de Sedaví Llocnou de la Corona, los municipios colindantes. Las asociaciones ecologistas reivindican el papel de esta seña de identidad de la comarca: «Ha protegido al pueblo«.

A pesar de esto, el plan para destruir la totalidad de la huerta de Alfafar sigue adelante. Los responsables políticos parecen hacer oídos sordos de las lecciones que dejó la catastrófica DANA. Los ecologistas lo tienen claro: «Ahora, más que nunca, hay que poner en el centro de las políticas la vida, ligada indiscutiblemente a la naturaleza, y el bienestar común; dejando atrás el auxilio a la propiedad privada, que tanto defiende a ultranza el Ayuntamiento de Alfafar«. Desde Acció Ecologista-Agró acusan al consistorio del PP de querer «anestesiar a base de mentiras, negando tener conocimiento del plan que él mismo promueve como ecobarrio».

La ‘Font Baixa’ es un plan «desfasado y caduco«, que pretende acabar definitivamente con los restos del pasado, que además «salvan vidas». «No vale escudarse en sí el PGOU de 1992 ya preveía la urbanización de esos terrenos. Para lo que quieren realizan reclasificaciones, que normalmente apuntan en la línea de la desprotección. A la inversa también se pueden realizar y además bajo fundamento. No existe ningún impedimento para convertirlos en suelo no urbanizable más allá de los intereses económicos de unos pocos, como siempre», explican desde la asociación.

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