El negro futuro que se temían los Dallas Mavericks sin Luka Doncic ya está aquí. El conjunto de Texas sufrió su tercera derrota consecutiva en la pista de los Houston Rockets (110-99) en ausencia de su estrella, con una lesión de gemelo. Klay Thompson y Kyrie Irving no se bastaron para tumbar a la segunda mejor defensa de la NBA.
Si bien ambos tuvieron porcentajes de tiro decentes, ninguno alcanzó nisiquiera los 20 puntos, con Irving quedándose en 16 tantos con un 7/13 en lanzamientos y un 0/2 en triples y Thompson en también 16 con un 6/11 en tiros y un notable 4/8 desde el perímetro.
Ambas estrellas no dieron ese paso enfrente que se les supone sin Doncic y, en una estadística que lo dice todo de su timidez, Quentin Grimes fue el que más aportó al conjunto de Jason Kidd con 17 puntos desde el banquillo. Para acabar de rematar una noche fatídica, P.J. Washington se fue lesionado del tobillo.
En Houston, terceros del Oeste con 22-11, Alperen Sengun fue el máximo anotador con 23 puntos seguido por Jalen Green con 22 y Dillon Brooks con 19. Villano de la NBA y uno de los jefes de la segunda mejor defensa de la liga -sólo superada por la de los líderes Thunder-, el canadiense se está últimamente animando también en el otro lado de la cancha.
Dallas empezó bien su incierto camino sin Doncic con una victoria de prestigio en la pista de los Suns (89-98) pero desde entonces los de Kidd se han caído con tres derrotas seguidas frente a los Portland Trail Blazers (126-122), los Sacramento Kings (110-100) y la de anoche contra los Houston Rockets con la escasa aportación de Irving y Thompson.
Ni Thompson ni Irving estuvieron tampoco contra los Kings pero los 46 puntos de Kyrie ante los Blazers tampoco bastaron a unos Mavericks que extrañan demasiado a Doncic. Aunque todavía quintos en el Oeste con 20-14, todavía tendrán que aguantar por lo menos 11 partidos más sin el esloveno. Dallas suspira por el ex del Real Madrid. Y no ha hecho más que empezar.