El barcelonismo ha vuelto a creerse a Joan Laporta. No tiene más remedio. Poco importa que el presidente blaugrana les haya engañado un montón de veces, empezando por la renovación de Leo Messi si lo escogían a él como presidente. “Los demás no saben cómo hacerlo, yo lo arreglaré con un asadito”. Y su primera decisión, nada más tomar posesión, por segunda vez, de la presidencia del ‘més que un club’, fue prescindir de la ‘Pulga’ y echarle la culpa, cómo no, a LaLiga, que preside Javier Tebas.
Pasados casi cuatro años, Laporta ha vuelto a recibir el que muchos consideran puede ser el bofetón final por parte de Tebas, que acaba de hacer desaparecer de la lista de inscritos, de utilizables, de la ficha para la segunda vuelta de la Liga a Dani Olmo, uno de los fichajes más costosos y rutilantes de la última temporada. Olmo ya no jugará más con el Barça, a no ser que admita quedarse en la grada hasta julio de este recientemente estreno de año.
Sentencia de LaLiga
Pese a que muchos anunciaron, escribieron y colaboraron a la última ficción liderada por Laporta, es decir, que Dubái y Catar o Catar y Dubái, jamás sabremos la verdad, habían cerrado un contrato y ofrecido garantías y avales para comprar parte de los palcos VIPs del futuro Spotify Camp Nou por 100 o 120 millones de euros por los próximos 20 años (tampoco lo sabremos nunca, pero estos palcos valían 200 hace tres meses) y que la documentación estaba ya en manos de los ejecutivos y auditores de la patronal, desde el pasado viernes, lo cierto es que, tal y como reconoció, la propia Liga “el Barcelona no ha presentado ninguna alternativa que, atendiendo al cumplimiento de la normativa de control económico de LaLiga, le permita inscribir a ningún jugador a partir del próximo 2 de enero”.
Laporta, el Barça, que había perdido en 72 horas dos pleitos en los tribunales, habiendo recibido dos serios varapalos, no pudo engañar, de nuevo, a LaLiga que, recordando todos los incumplimientos de un contrato similar presentado ante el ejecutivo de Tebas, el conocido ‘caso Barça Visión’, ha decidido demostrar su firmeza, empujado por Real Madrid, Atlético y Athletic, y ha hecho desaparecer de la plantilla culé a uno de sus tres mejores futbolistas.
Eso sí, Laporta, con su tradicional trilerismo y el apoyo de buena parte de los medios de comunicación catalanes, ha lanzado el bulo de que, el próximo día 3, se resolverá todo en la sede de la Real Federación Española de Fútbol, presidida desde hace pocas semanas por Rafael Louzán, a quien Laporta dio su apoyo incondicional a través de su vicepresidente Rafa Yuste.
Al parecer, pese a que el Barça, como siempre, no ha comentado el contenido de su jugada maestra, todo parece indicar que el club presidido, gobernado y dirigido como una familia (“solo yo tengo el Barça en mi cabeza, por eso no necesito CEO ni Director General”, suele repetir el presidente) intenta que la nueva Federación considere como “un caso de fuerza mayor o disposición reglamentaria” el hecho de que Olmo sí pueda ser inscrito dos veces en una misma temporada.
Laporta pretende que la nueva Federación Española de Fútbol considere «caso de fuerza mayor o disposición reglamentaria» algo que todo el mundo sabe que es un nuevo error escandaloso e incomprensible de los gestores del FC Barcelona, incapaces de completar la documentación necesaria para inscribir a Dani Olmo
El Barça, conocedor de que los avales de Catar y Dubái no han llegado a tiempo o no han sido suficientes para LaLiga (“cuando uno negocia con los ricos de los países árabes debe ir con cuidado, porque no siempre cumplen al trasladar al papel lo acordado de palabra”, ha llegado a reconocer a El Periódico un empresario que mantiene negocios con Dubái, Catar y Arabia Saudí), ha recurrido a la Federación para que tenga a bien, esgrimiendo el artículo 130.2 del Reglamento General de la RFEF, considerar el ‘caso Olmo’ como una excepción.
El artículo dice textualmente: “Un/a futbolista podrá estar inscrito/a en un solo equipo de un club, sin posibilidad de ser dado de baja y alta por el mismo en el transcurso de la misma temporada, salvo caso de fuerza mayor o disposición reglamentaria”. Ninguna fuente consultada por El Periódico considera un caso de “fuerza mayor o disposición reglamentaria” el descuido, la nefasta gestión, el ridículo que, de nuevo, ha protagonizado a última hora el FC Barcelona, donde la ausencia de auténticos profesionales de la gestión futbolística, ha convertido al Barça en el hazmerreír del fútbol mundial.
Louzán, el amigo de Tebas
Laporta pretende driblar, de nuevo, a Tebas, tal vez sin darse cuenta de que el presidente de LaLiga se ha convertido, en las últimas semanas, en el auténtico dueño, en el amo, en el capataz, en el capitán del fútbol español. Según ha podido saber El Periódico de dos miembros de la antigua junta directiva de la RFEF, Louzán era el espía, el Caballo de Troya, que el presidente de LaLiga tenía en el seno de las directivas de Luis Rubiales y Pedro Rocha. Ya presidente, aunque está pendiente de la decisión del Tribunal Supremo, Louzán ha convertido esa amistad, esa complicidad, en algo más que compadreo, convirtiendo a Tebas en vicepresidente de la Federación.
Fuentes federativas consultadas por El Periódico aseguran que Laporta parece ignorar que Tebas, presidente de LaLiga, es, desde que manda su amigo Louzán, el auténtico presidente de la RFEF. Es imposible que la Federación tumbe una decisión que ha tomado su vicepresidente, desde LaLiga
“La Federación, históricamente, siempre ha vivido mejor, más cómoda y protegida teniendo buenas relaciones con LaLiga”, señaló uno de los exdirectivos de la RFEF consultados hoy por El Periódico. “Una cosa debe de tener clara el fútbol español y, además, el presidente de LaLiga jamás se ha escondido: Tebas solo está en los sitios para mandar, para decidir qué y cómo se hace. Si Tebas ha aceptado ser vicepresidente de la RFEF es porque le interesa y porque, tal y como quedo demostrado, el pasado 26 de diciembre, en la primera junta presidida por Louzán, es quien dirige el cotarro. Ya en aquella reunión quien llevó la voz cantante, en todo momento, fue Tebas, pues un porcentaje muy elevado de los miembros de la nueva directiva había sido recomendados por él a Louzán”.
Momento de mudanzas
Un segundo exdirectivo de la era Rubiales ha asegurado a El Periódico que “el caso está más que cerrado, es imposible que la Federación, teniendo como vicepresidente a Tebas, que acaba de tomar una de las decisiones más importantes y duras de su mandato, tolere que el máximo organismo futbolístico cambie la decisión tomada por su vicepresidente”.
“Todo el mundo en LaLiga considera que esto es una nueva treta de Laporta, del Barça, para sobrevivir a otro error clamoroso y todo el mundo sospechamos que ese truco no irá a ninguna parte”, señaló un miembro del departamento jurídico de la RFEF. Se da la circunstancia de que este nuevo pulso Barça-Liga, Laporta-Tebas, pilla a la federación de Louzán en un momento de mudanzas, pero de mudanzas peligrosas.
El caso estalla cuando se han producido un montón de despidos en la sede de la RFEF, la otra mitad de sus miembros, viejos o nuevos, están de vacaciones y, cuando consultan a LaLiga para saber lo que piensa y qué hacer, el staff de Tebas le dice que “ni tocarlo, este tema es nuestro y la decisión ya está tomada, porque la documentación aportada por el Barça no era suficiente ni creíble”. Todo, evidente, no solo fruto de la dura postura de Tebas sino del marcaje de Real Madrid, Atlético y Athletic y de la escasa credibilidad que ofrece la documentación presentada por el club catalán.
La oposición a Laporta sabe que es muy difícil, con el equipo jugando en Montjuïc y los socios totalmente desmotivados, conseguir las 15.000 firmas que son necesarias para poner en marcha una moción de censura, pero lo intentarán
Es evidente que el fútbol, en general y el barcelonismo en particular, está esperando al día 3, es decir, al próximo viernes, para saber si la treta de Laporta funciona en la Federación, a cuyo nuevo presidente, aún en el alero, Rafael Louzán, le gustaría ejercer de árbitro, de hombre bueno (dicen que le encanta esa función), entre Tebas y Laporta, pero con el problema de que los otros 19 equipos le están mirando y apretando para que no se conceda ya ningún favor más al Barça.
Ni que decir tiene que la oposición al presidente Laporta lleva semanas dialogando sobre la posibilidad de poner en marcha una moción de censura, pese a lo difícil que es conseguir las aproximadamente 15.000 firmas de socios que se necesitan, sobre todo porque son muy pocos los socios que acudan a los partidos que se disputan en el Olímpico de Montjuïc. “Si hacía falta una gota, bueno, casi un tsunami, para que rebosara el vaso de ridículo, el ‘caso Olmo’ ya no admite dudas: debemos cambiar de presidente”, señaló a El Periódico uno de los líderes de la oposición.