Fuerzas israelíes confirmaron un operativo en Siria contra una instalación iraní que producía misiles para Hezbolá, revelando detalles cuatro meses después.
Israel detalla operación contra instalaciones iraníes en Siria
Este miércoles, Israel asumió públicamente la responsabilidad por un ataque contra una fábrica de misiles iraní en Siria realizado en septiembre. La operación, conocida como “Operación Capa Profunda”, se llevó a cabo por comandos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el área de Masyaf.
La instalación atacada era utilizada por Irán para fabricar misiles de precisión destinados al grupo terrorista Hezbolá en el Líbano. Según fuentes militares, la instalación estaba localizada en el Centro de Estudios e Investigaciones Científicas (CERS), un sitio que había sido monitoreado por Israel durante más de cinco años.
Miembros de la unidad de élite Shaldag participaron en la operación, descendiendo desde helicópteros para infiltrarse en la instalación subterránea. Los comandos colocaron explosivos, recogieron documentos de inteligencia y lograron retirarse ilesos antes de detonar el sitio de manera remota.
Además, durante la redada, aviones israelíes bombardearon múltiples objetivos cercanos, bloqueando rutas de acceso a las instalaciones y dificultando cualquier intento de refuerzo por parte de fuerzas proiraníes en la zona.
Datos clave sobre la operación israelí en Masyaf
- Objetivo de la operación: Demoler una instalación subterránea donde Irán fabricaba misiles para Hezbolá.
- Fecha del ataque: 8 de septiembre de 2024.
- Duración de la misión: Comandos estuvieron en tierra poco más de una hora.
- Localización: Masyaf, a 45 kilómetros de la costa siria y más de 200 kilómetros al norte de Israel.
- Bajas reportadas: 14 personas murieron y 43 resultaron heridas por los ataques aéreos.
Operación coordinada con Estados Unidos y objetivos múltiples
Israel notificó a Estados Unidos antes de ejecutar la operación, la cual incluyó tanto el asalto terrestre como ataques aéreos. Las fuerzas israelíes bombardearon carreteras y objetivos estratégicos cercanos al CERS, buscando enmascarar el movimiento de helicópteros y dificultar la respuesta de las fuerzas enemigas.
Durante el asalto, comandos israelíes eliminaron a los guardias en la entrada del complejo antes de penetrar en las instalaciones subterráneas. Según los informes, extrajeron materiales sensibles y documentos de inteligencia relacionados con la fabricación de misiles.
Funcionarios israelíes explicaron que los ataques aéreos anteriores no habían logrado destruir la infraestructura subterránea. Por ello, decidieron realizar un ataque terrestre altamente coordinado para alcanzar sus objetivos de manera efectiva.
Las fuentes occidentales y estadounidenses confirmaron la participación de Israel en el ataque, y algunos medios de comunicación internacionales, como Axios y The New York Times, publicaron detalles sobre la operación días después del evento.
El CERS y su conexión con armas químicas
El CERS ha sido señalado en repetidas ocasiones como un centro clave para el desarrollo de armas por parte del régimen de Bashar al-Assad. Estados Unidos lo ha vinculado con la producción de gas sarín, acusaciones que el gobierno sirio ha negado rotundamente.
La región de Masyaf, al oeste de Hama, ha servido como una base importante para las fuerzas iraníes y milicias proiraníes en Siria. Esta área ha sido blanco de ataques israelíes en repetidas ocasiones a lo largo de los años, debido a su relevancia estratégica.
Con el colapso del régimen de Assad en diciembre, Irán comenzó a retirar sus fuerzas del país. Israel intensificó sus acciones militares para evitar que las capacidades armamentísticas del régimen sirio cayeran en manos de Hezbolá o de otras facciones hostiles en la región.
Israel refuerza ataques tras la caída del régimen sirio
Desde el inicio de la guerra civil siria en 2011, Israel ha llevado a cabo numerosos ataques aéreos para frenar los intentos de transferencia de armas hacia Hezbolá y limitar la influencia iraní cerca de su frontera.
Después de la caída del régimen de Assad, Israel realizó una intensa campaña de bombardeos en Siria durante 48 horas, destruyendo gran parte de las capacidades militares restantes del régimen. Este esfuerzo buscaba impedir que armamento avanzado terminara en manos de Hezbolá o de otras fuerzas hostiles en la región.
Según analistas de defensa, la operación en Masyaf representa un ejemplo más de la estrategia israelí de actuar preventivamente para garantizar su seguridad y debilitar las capacidades bélicas de sus adversarios en la región.