El Real Mallorca se despide del año 2024 en su mejor momento en mucho tiempo. 365 días que han dado para mucho, tanto momentos felices como tristes. Sin duda, el 6 de abril quedará para siempre grabado en la memoria de miles de mallorquinistas, que pudieron ver a su equipo en una final de la Copa del Rey 21 años después. Fue un día de alegría y una noche amarga tras la derrota, pero imborrable. Aquel momento llegó tras un emocionante camino en la competición, pero hubo mucho muchos más. La inauguración de Son Moix, el adiós de Aguirre, la llegada de Arrasate… Doce meses que han dado para mucho en el club bermellón, que encara 2025 con la ilusión de lograr algo grande.
La esperada inauguración de Son Moix.
Hubo que esperar casi dos años, pero el 13 de enero de 2024 pasará al recuerdo por ser el día de la inauguración del Nuevo Son Moix. El proyecto ha permitido gozar de un campo de fútbol sin pistas de atletismo, con los dos fondos y las gradas cerca del césped. Aquel día, a pesar de que el resultado contra el Celta no acompañó (1-1), se vivió un día muy especial entre el mallorquinismo, con múltiples actos antes del encuentro y en los momentos previos. La interpretación de ‘La Balanguera’ fue uno de los momentos más bonitos.
El Mallorca eliminó al Girona en el mejor partido del año.
Mientras que en LaLiga el rendimiento de los de Javier Aguirre fue poco menos que irregular, en la Copa del Rey el equipo se liberó y ofreció su mejor versión. Y si hay un partido en el que mostró su mejor nivel fue en los cuartos de final frente al Girona. En aquel momento, el equipo de Míchel aspiraba al título liguero, pero Son Moix y el Mallorca se pusieron en su camino en el torneo del KO.
La primera parte de aquel encuentro, con un tanto de Larin y un doblete de Abdón, fue un torbellino de buen juego y efectividad. 45 minutos en los que aplastaron a los blanquirrojos, que únicamente tuvieron oportunidad de acercarse al marcador tras la expulsión de Raíllo (3-2).
Una tanda de penaltis mágica.
Reale Arena. Vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. Apenas unos centenares de mallorquinistas en la grada. El 1-1 dio paso a la prórroga y de ahí a la tanda de penaltis, en la que sobresalieron dos nombres: Greif y Darder. El eslovaco detuvo el primer penalti y el de Artà, criticado todo el curso, marcó el quinto y definitivo para llevar al Mallorca a La Cartuja.
Una noche triste, pero histórica.
La final de la Copa del Rey del 6 de abril nunca será olvidada por los bermellones. Se acarició poder ganar, pero la tanda de penaltis le dio el título al Athletic (1-1). Una noche que acabó mal, pero fue un día en el que la afición bermellona pudo volver a sentir de cerca la posibilidad de ganar un título 21 años después.
La mayor movilización.
Parecía imposible, pero cerca de 20.000 mallorquinistas acudieron a Sevilla para disfrutar de la final del equipo en La Cartuja. Un acontecimiento único, no exento de problemas, pero con el que se vivió un día inolvidable a pesar de ser minoría frente a los hinchas del Athletic.
Una permanencia de fu ni fa.
Tras la Copa, al Mallorca le costó mucho retomar la mentalidad de la Liga. A pesar de que el descenso estuvo cerca, no fue hasta la jornada 37 cuando tras empatar frente al Almería –que ya estaba descendido– en casa, unido al empate del Cádiz ante Las Palmas, cuando el equipo de Aguirre certificó la permanencia matemática otro año más en Primera División.
El adiós de Javier Aguirre.
Una vez conseguido el objetivo de la permanencia, el club decidió comunicarle a Javier Aguirre que no renovarían su contrato. Una decisión que dividió al mallorquinismo por todo lo conseguido por el mexicano durante su estancia en la isla. Mientras que el club organizó un acto algo frío, los jugadores y cuerpo técnico quisieron arroparle en su última rueda de prensa. Además, celebraron junto a él los goles de la victoria en el último partido en Getafe.
Ilusión con la llegada de Jagoba Arrasate.
A pesar de no confirmarse hasta semanas después del adiós de Aguirre, el anuncio de Jagoba Arrasate como nuevo entrenador del Mallorca ilusionó a la afición. Venía de conseguirlo prácticamente todo con Osasuna durante 6 años y el proyecto deportivo que le presentó Pablo Ortells le convenció.
El técnico de Berriatua, corto en palabras, prometió trabajo y buscar una nueva versión del equipo. Algo que ha conseguido firmando la mejor primera vuelta de su carrera como entrenador y teniendo al equipo en posiciones europeas con treinta puntos.
Empate en el debut ante el Real Madrid de Mbappé.
No era el partido más fácil para empezar, pero el empate ante el Real Madrid fue el preludio de lo que sería la primera vuelta del Mallorca. El conjunto de Arrasate se rehizo del tempranero gol de Rodrygo para lograr empatar mediante un tanto de cabeza de Muriqi y amargar el estreno de Kylian Mbppé con la camiseta blanca en un día en el que Son Moix registró su mejor entrada en las gradas.
Victoria en Getafe, 30 puntos y Europa.
El Mallorca despidió el año 2024 de manera oficial con un triunfo ante el Getafe. Una victoria importante, en un campo complicado y en el que tan solo había triunfado el Girona, para acabar la primera vuelta con treinta puntos. El tanto de Larin de penalti tras una jugada provocada por él mismo sirvió para marcharse a las vacaciones de Navidad con las mejores sensaciones posibles y con ganas de más. Ahora, 2025 aguarda en la primera eliminatoria de la Copa del Rey y la disputa de la Supercopa de España en Arabia Saudí. El Mallorca cierra un gran año en lo deportivo y abre otro en el que quiere más.