La guerra en Líbano entre las Fuerzas de Defensa de Israel y los milicianos de Hizbulá está temporalmente congelada por una tregua. Es otro frente del conflicto que mantiene Israel contra Hamás en Gaza, contra los hutíes de Yemen, contra el régimen de los ayatolás de Irán…
Durante la ofensiva en aldeas del sur de Líbano, los soldados israelíes fueron capturando polvorines en los que las células de Hizbulá guardaban sus arsenales de armas.
En uno de esos almacenes, encontraron unas cajas y unos tubos rotulados en español. Un portavoz de las fuerzas armadas israelíes difundió el hallazgo, dejando caer que era material militar procedente de España.
Efectivamente, esos proyectiles del cañón sin retroceso CSR 106 M-40 estuvieron en servicio en el Ejército de Tierra. Ese modelo era el arma de dotación de las unidades anticarro, hasta que fue sustituido por el misil contracarro Milán a principios de los años 90.
Varios medios de comunicación se hicieron eco del hallazgo israelí. El asunto llegó a conocimiento de algunos parlamentarios de Vox en el Congreso de los Diputados, que registraron una pregunta dirigida al Gobierno:
— “¿Cuál era el destino original del armamento encontrado por las FDI y cómo llegó al arsenal perteneciente a Hezbolá en el sur del Líbano?”.
La pregunta fue derivada al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, se entiende que como responsable de supervisar las exportaciones españolas.
El departamento de Carlos Cuerpo respondió el 11 de diciembre, de una forma muy escueta y sin aportar información: aseguró que “el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa no tiene constancia oficial sobre la información mencionada en la pregunta y, por lo tanto, no es posible responder a la misma”.