El Valencia CF pasó apuros para eliminar a la SD Ejea en la Copa del Rey; y es que el equipo ejeano tuvo varias ocasiones para empatar el partido. Pero ya se sabe, el que perdona, lo paga; y más cuando enfrente se tiene a un equipo de Primera División, aunque esté con problemas. De hecho, los aragoneses nunca se habían enfrentado a un equipo de la máxima categoría y demostraron que saben luchar.
El resultado final, 1-3 a favor de los visitantes, no refleja lo visto en el campo pese a la diferencia de categoría entre los ejeanos y el equipo ché. Los de Iván Martínez pelearon la eliminatoria hasta el final. En el campo, Troya, Raúl Sola (Isaac), Ginovés, Hakim, Tudela (Jorge Álvarez, Rodri, Iglesias (Álvarez), Carrasco, Álvaro Margín (Bravo), Palmás y Babacar (Ramón López) compitieron y se dejaron la piel en un partido en el que tuvieron la recompensa del trabajo bien hecho.
Durante la primera parte no hubo muchas ocasiones de gol, y ni el equipo ni el portero del Ejea pasaron por problemas y, si los hubo, los solventaron con facilidad. Esta situación cambió en la segunda parte, ya que los de Rubén Baraja pusieron una velocidad más al partido. Íker Córdoba hizo el primer gol para los visitantes y aunque el Ejea estuvo a punto de empatar, el segundo gol valenciano no se hizo esperar.
La emoción volvió a las gradas con el gol de Palmás, recompensa a todo el trabajo hecho durante el partido. Primer gol ante un equipo de Primera División en las siete participaciones en la Copa del Rey. En ese momento, el equipo blanquiazul y sus seguidores creyeron en la gesta y lo siguieron intentando hasta el tiempo añadido, cuando Rafa Mir, que llevaba tres meses sin jugar, firmó la sentencia.
Esfuerzo y orgullo
Los de Iván Martínez demostraron que hay mimbres y cerraron con orgullo su séptima participación en la Copa del Rey. Por eso, el entrenador blanquiazul se mostró satisfecho con sus jugadores. «No estoy triste porque hemos creído hasta el final», reconocía Martínez, que sacó un equipo valiente, que respondió sobre el césped.
Tras el regalo de la Copa, ahora queda centrarse en la Liga, donde los ejeanos se encuentran en la parte alta de la tabla del grupo 2 de Segunda RFEF, rozando el playoff de ascenso en este final de año.