Dos años de matrimonio y ocho de proceso de divorcio. Brad Pitt, de 61 años, y Angelina Jolie, de 49, por fin han firmado para disolver su matrimonio después de largas y arduas negociaciones privadas. Ha sido este lunes 30 de diciembre, como una despedida perfecta al año, cuando los dos actores han firmado su acuerdo de divorcio tal y como ha comunicado el equipo legal de la intérprete. Justo a tiempo para que ambos puedan disfrutar de una temporada de premios en paz, sobre todo ante el esperable éxito de la película de Maria Callas.

«Hace más de ocho años, Angelina pidió el divorcio del señor Pitt. Ella y los niños dejaron todas las propiedades que habían compartido con él y desde entonces se ha centrado en encontrar paz y sanar para su familia», ha asegurado el abogado James Simon. «Esto es solo una parte de un largo proceso que empezó hace ocho años. Francamente, Angelina está agotada pero aliviada de que esta parte haya terminado», ha finalizado.

Angelina Jolie y Brad Pitt en una foto de archivo.

El motivo de que se haya alargado el divorcio

Este larguísimo proceso ha ido desgranándose en los puntos que más importaban a Brad Pitt y Angelina Jolie. Por eso han tardado tanto tiempo en finiquitarlo. El motivo por el que, además, han conseguido mantener tanto de lo ocurrido lejos de la prensa es porque han escogido hacerlo con un juez privado: es decir, un profesional retirado que vuelve al juzgado a sueldo de los litigantes.

Lo primero que solucionaron fue la custodia de sus hijos, Maddox, Pax, Zahara, Shiloh, Knox y Vivienne, en 2018. Los pequeños vivían con su madre, Angelina, pero tenían visitas marcadas con su padre, Brad. Sin embargo, el primero cumplió la mayoría de edad en 2019 y, según se publicó en ese momento, decidió dejar de participar en estas reuniones. El mayor de la familia habría sido quien se interpuso entre sus padres en la infame pelea en un avión que terminó en la ruptura de la pareja.

Fue en 2019 cuando llegaron a un acuerdo sobre su matrimonio y el juez les declaró como legalmente solteros. En 2022 se confirmó que Brad Pitt tenía una nueva pareja, la empresaria Ines de Ramon, de 33 años, que ese mismo año se había divorciado del también actor Paul Wesley. Entre medias comenzaron a salir los detalles sobre lo ocurrido en el avión, o los conflictos financieros que continuaban enfrentándoles.

Angelina Jolie en el Festival de Cine de Londres, el pasado mes de octubre.
Angelina Jolie en el Festival de Cine de Londres, el pasado mes de octubre. | Europa Press

El castillo de la discordia

El que parece que ha sido el mayor de los conflictos ha sido el castillo de Miraval, en la Provenza. Fue allí donde se casaron en 2014, solo dos años antes del comienzo de su divorcio. Tenían cada uno el 50% de la propiedad, incluido el negocio de la venta de vino. En un primer momento, Brad Pitt había comprado la mayoría pero le vendió el 10% a su mujer por un simbólico euro, lo que habría supuesto esa división igualitaria. Un movimiento que el actor quiso anular al demandar a su ex para volver a tener la mayoría, y lo consiguió en febrero.

Angelina Jolie había además incumplido el acuerdo al que habían llegado de no poner a la venta su parte sin consultar al otro. Supuestamente vendió su 50% a un oligarca ruso, que competía con Pitt en la venta de vinos. Pero con la victoria del actor en los juzgados a principios de este año, esa transacción tendría que reevaluarse puesto que la partición de la propiedad vuelve a estar en 60-40. Ahora será cuestión de tiempo saber cómo ha terminado el Chateau Miraval tras la firma final del divorcio.

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