La ruta canaria de la inmigración cierra 2024 con cifras récord de llegadas, de fallecidos y de niños solos. El Archipiélago ha dado cobijo este año a 46.802 personas que han sobrevivido a la peligrosa travesía desde las costas africanas, un 17,2% más que en 2023, periodo en el que se superó la marca de la llamada crisis de los cayucos de 2006. A estos hay que sumar otros 9.757 migrantes que no corrieron la misma suerte y que perdieron la vida entre las olas del océano Atlántico en una barquilla precaria convertida en ataúd. La presencia de niños y adolescentes a bordo de cayucos, pateras y neumáticas se ha intensificado. En un año marcado por la falta de soluciones políticas para mejorar las condiciones de vida de la infancia migrante que arriba al Archipiélago sin el respaldo de un familiar adulto, los colapsados centros de acogida dan albergue a 5.812 menores, que están bajo la tutela del Gobierno de Canarias, de los que 4.050 llegaron en los últimos doce meses.
La entrada de menores extranjeros solos a las Islas es un problema estructural al que se le lleva dando una respuesta de emergencia desde 2023. Los niños son los migrantes más vulnerables y cada uno de ellos tiene una historia a sus espaldas. Migrar siempre conlleva peligros, pero hacerlo a tan corta edad supone estar más expuesto a todo tipo de violencias. Algunos han visto como arrojaban los cuerpos de sus padres por la borda del cayuco en el que viajaban, sufren violaciones durante el tránsito, llegan mutilados, se ven obligados a separarse de sus familiares justo antes de zarpar por decisión de las mafias que trafican con personas o, incluso, presencian asesinatos a bordo de la barquilla en la que tratan de llegar a las Islas. Son niños que cargan con traumas muy profundos y que requieren de una atención personalizada, que la situación de colapso de la red de acogida no permite ofrecer.
¿De dónde son los menores?
El 38,5% de los menores que viven en los centros de acogida provienen de Senegal y uno de cada cinco salieron de Mali huyendo de la guerra. La tercera nacionalidad más numerosa es Marruecos, desde donde han llegado 932 menores; seguida de Gambia, con 631; y Guinea-Conakri, con 335. Siete de cada diez jóvenes mantienen contacto con algún familiar que reside en sus países de origen, mientras que dos de cada diez cuentan con algún pariente en arraigado en Europa.
El 37,57% de los chicos tiene 17 años, por lo que a lo largo de 2025 habrá 2.157 jóvenes que cumplirán la mayoría de edad y abandonarán los centros de acogida. Gran parte de ellos quiere continuar su proyecto migratorio en la Península o en algún punto de Europa, pero otros prefieren quedarse en las Islas. El 23% tiene 16 años y el 17,7% está entre los 14 y los 15 años. Aunque la mayoría son adolescentes, también hay cinco niños que no llegan al año de vida. Apenas el 5,5% de los menores no acompañados son niñas.
En los centros de Canarias hay 545 jóvenes que ya han realizado la entrevista como solicitantes de protección internacional y requieren una atención especializada que depende del Estado. Esta cifra aún queda lejos de la estimación realizada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que calcula que la mitad de los niños llegados a las Islas reúnen las condiciones para ser refugiados. El Hierro es la isla que ha soportado una mayor presión migratoria este año, al igual que ocurrió en 2023. A pesar de la falta de recursos para atender menores, la isla del Meridiano recibió a 2.088 niños. Tenerife atendió a 1.133 y Gran Canaria a 787.
El Gobierno de España ha sido incapaz de armar una respuesta para garantizar los derechos de la infancia. Mientras en Canarias impera el consenso ante la emergencia humanitaria, en el tablero de la política nacional la contienda ideológica y la falta de diálogo se imponen a la necesidad de proteger a los niños. El Ejecutivo regional lleva más de un año insistiendo en la necesidad de orquestar un reparto equitativo y obligatorio de los menores por todo el territorio nacional, para lo que es necesaria la reforma del artículo 35 de ley de extranjería. Después de meses de negociación entre el Gobierno de España y el de Canarias y de reuniones con los grupos del Congreso de los Diputados, el texto acordado se llevó a votación en junio para iniciar los trámites de la modificación legal pero no logró la mayoría necesaria debido al voto en contra del Partido Popular, Junts per Catalunya y Vox. Desde entonces ha habido encuentros entre Partido Popular, PSOE y Coalición Canaria para construir puentes, pero no se ha logrado llegar a un lugar común.
Estéril contienda política
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, acusó ayer al Ejecutivo de Pedro Sánchez y al PP de ser «cómplices» e «irresponsables» ante una crisis migratoria sin precedentes. En una entrevista en la cadena SER, lamentó que el Gobierno de España «ha dejado sola a Canarias» y no interviene en la atención de los menores, a pesar de que está facultado por la Constitución, mientras que al PP le reprochó que «se parapete en excusas para no dar el paso y llegar a un acuerdo que dé altura a un drama humanitario». Clavijo se preguntó por qué el Ejecutivo central no ha aprobado el decreto ley propuesto por Canarias para repartir a los menores y aliviar la presión que soporta el Archipiélago. «Si estamos hablando de almacenar niños o dejar gente en descampados probablemente hay espacio, pero si hablamos de atender a las personas velando por sus derechos y, en el caso de los menores, por los tratados internacionales, no hay capacidad y no estamos pudiendo hacerlo», afirmó.
Clavijo tilda al Gobierno central y al PP de «irresponsables» ante una crisis migratoria sin precedentes
El PP canario siempre se ha mostrado a favor de reformar la ley y facilitar el reparto de los niños y adolescentes, pero en Génova priorizan evidenciar la debilidad del Ejecutivo de Sánchez, que no cuenta con los apoyos necesarios para sacar adelante muchas de sus propuestas en las Cortes Generales. Los populares han jugado durante seis meses a endurecer las condiciones que imponen para secundar la modificación de la ley de extranjería. Cada vez que el acuerdo parecía estar cerca, subían la apuesta y devolvían la pelota al tejado del Gobierno central.
El PSOE no se molesta en ocultar que su interés es romper el pacto de gobierno que mantienen CC y PP en las Islas. Los socialistas han expresado reiteradamente que el problema de Clavijo son los populares e instan al presidente autonómico a romper el acuerdo. El último en sumarse a esta petición ha sido Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, secretario de Política Institucional y Formación del PSOE y vicepresidente primero del Congreso, quien ayer apeló a Clavijo a que «obligue» a su socio a llegar a un acuerdo «o bien los expulse del gobierno».
Desde Coalición Canaria reclaman al PSOE que deje de utilizar la inmigración como «arma política». El secretario de organización de los nacionalistas canarios, David Toledo, ve «incompresible» que, ante la situación de desamparo y de colapso en las Islas, «el Gobierno de España esté más preocupado en que se rompa el Gobierno canario que en solucionar un problema, para el que Clavijo ha intentado favorecer todos los acuerdos posibles». Por otra parte, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, acusó a Sánchez, de utilizar el «drama migratorio» para intentar «tumbar» al Gobierno de Canarias.
Las mujeres apenas representan el 5,7% de los casi 47.000 migrantes llegados al Archipiélago este año a bordo de 685 barquillas precarias –470 cayucos, 180 neumáticas y 34 pateras–. El 55% de estas barquillas zarparon desde las costas de Mauritania, que se han mantenido como punto caliente de salidas hacia el Archipiélago, siguiendo la tendencia que comenzó a marcarse en el último trimestre de 2023. Mauritania se ha convertido en polo de atracción de migrantes malienses que se instalan en sus costas hasta conseguir la oportunidad de subir a bordo de un cayuco con la intención de entrar en Europa a través de Canarias. Desde Marruecos llegaron 212 barquillas y desde Senegal y Gambia 92, una cifra muy por debajo de la registrada el año pasado, cuando la inestabilidad política y la inseguridad social en Senegal convirtieron a este país en el principal emisor de migrantes hacia las Islas. En 2024, El Hierro siguió funcionando como el faro que guía a la mayor parte de los cayucos en la oscuridad del océano. La isla recibió 300 embarcaciones, mientras que a Lanzarote llegaron 144, 107 a Gran Canaria, 68 a Tenerife, 54 a Fuerteventura y 12 a La Gomera.
El 55% de los cayucos que arribaron este año al Archipiélago zarpó desde las costas de Mauritania
Si este año se registró un dato llamativo en la ruta canaria es el del significativo incremento de migrantes asiáticos. Más de medio millar de personas procedentes de países tan lejanos como Pakistán, Bangladesh o Siria llegaron a las Islas a bordo de cayucos, mientras que el año pasado apenas fueron 28. Al igual que los malienses, muchos se instalan en Mauritania hasta poder zarpar rumbo a Europa a través de Canarias.
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