La ruta canaria de la inmigración cierra 2024 con cifras récord de llegadas, de fallecidos y de niños solos. El Archipiélago ha dado cobijo este año a 46.802 personas que han sobrevivido a la peligrosa travesía desde las costas africanas, un 17,2% más que en 2023, periodo en el que se superó la marca de la llamada crisis de los cayucos de 2006. A estos hay que sumar otros 9.757 migrantes que no corrieron la misma suerte y que perdieron la vida entre las olas del océano Atlántico en una barquilla precaria convertida en ataúd. La presencia de niños y adolescentes a bordo de cayucos, pateras y neumáticas se ha intensificado. En un año marcado por la falta de soluciones políticas para mejorar las condiciones de vida de la infancia migrante que arriba al Archipiélago sin el respaldo de un familiar adulto, los colapsados centros de acogida dan albergue a 5.812 menores, que están bajo la tutela del Gobierno de Canarias, de los que 4.050 llegaron en los últimos doce meses.

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