Vanessa Butani es la directora global de sostenibilidad en Volvo Cars Sustainability. Esta canadiense se incorporó el pasado abril a la compañía sueca y reporta directamente al CEO, Jim Rowan. A finales de noviembre estuvo en Alicante para participar en el encuentro de The Ocean Race, donde la marca continúa siendo patrocinador principal, y pudimos comprobar que su visión crítica sobre la COP29 no está reñida con plantear unos objetivos ambiciosos dentro de la electrificación de la industrial automovilística.
Se acaba de celebrar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) en Azerbaiyán. ¿Estas reuniones son útiles para alcanzar objetivos globales en la industria de la automoción?
Para seguir avanzando, tenemos que reunirnos y hablar. La colaboración es clave. Creo que todo el mundo esperaba resultados más ambiciosos de la COP29. En Volvo Cars, la sostenibilidad está en nuestro ADN y forma parte de nuestro legado, y seguiremos trabajando para encontrar mejores soluciones y más sostenibles. Por ejemplo, hemos lanzado el EX30, que tiene la huella de carbono más baja que cualquiera de nuestros vehículos eléctricos hasta la fecha. Este tipo de tecnologías e innovaciones serán fundamentales para reducir las emisiones a escala mundial.
Fue precisamente Volvo la pionera en fijar estos objetivos para 2030 y ahora los ha reducido al 90%. ¿A qué se debe este cambio?
No estamos en un mundo aislado. A pesar de que nosotros estamos preparados, el ecosistema que nos rodea no ha avanzado tan rápidamente como esperábamos. Por ejemplo, el despliegue de la infraestructura de carga ha sido más lento de lo previsto. Incluso tras el reciente ajuste, seguimos siendo líderes de la industria en electrificación entre los fabricantes de automóviles tradicionales y estamos comprometidos con nuestro objetivo a largo plazo de lograr la electrificación total. Con cinco vehículos totalmente eléctricos ya en el mercado y otros cinco modelos en desarrollo, la electrificación total sigue siendo un pilar clave de nuestra estrategia de producto. Esto significa en la práctica que nuestro objetivo para 2030 es que entre el 90% y el 100% de nuestro volumen de ventas mundial consista en vehículos electrificados, es decir, una combinación de modelos totalmente eléctricos y de modelos híbridos enchufables, en otras palabras, todos con cable para cargar.
Volvo se fijó unos objetivos ambiciosos para 2040, al igual que otras empresas, pero ahora se han ajustado las cifras. ¿Considera que, en los próximos años, veremos más pasos hacia delante o hacia atrás en este sentido?
Nuestros objetivos a largo plazo no han cambiado y seguimos aspirando a alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2040. Los próximos años definirán sin duda nuestra industria y espero que resulte aún más evidente quién asumirá el liderazgo en la transición. Lo que sí sabemos es que el mundo no puede permitirse que la electrificación fracase y que tenemos que alcanzar los objetivos globales acordados en París para mitigar los peores efectos del cambio climático. Lo que es positivo para el clima también lo es para las empresas.
«A partir de este año, uno de nuestros modelos incluirá un pasaporte de batería, el primero que se incorpora de serie»
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Alicante es precisamente una ciudad que persigue posicionarse como municipio para el reciclaje de baterías para movilidad eléctrica. ¿Cómo gestiona Volvo toda esta parte del reciclaje de piezas nuevas?
Consideramos la circularidad y la trazabilidad como elementos importantes y estamos trabajando para conseguir un circuito cerrado para las baterías y el aluminio. A partir de este año, en el mercado europeo y estadounidense, uno de nuestros modelos, el EX90, incluirá un pasaporte de batería, el primero que se incorpora de serie en un vehículo de cualquier fabricante. El pasaporte es un registro electrónico que contiene datos verificados sobre la materia prima clave, los componentes de la batería y el contenido reciclado de la misma. Permite a los clientes rastrear el origen y el recorrido de producción de cuatro materias primas que se utilizan en el interior de cada batería de un vehículo eléctrico: cobalto, níquel, grafito y litio. En el pasaporte también se indicarán la huella de CO2 de la batería completa, el porcentaje de material reciclado usado en la batería y otros datos relacionados con la evaluación del ciclo de vida de la batería. Estamos impacientes por ver cómo responden e interactúan los clientes.
¿Qué objetivos se ha marcado a corto plazo en relación con su compromiso con la economía circular?
Estamos abrazando la circularidad y aspiramos a ser una empresa circular para 2040. Nos esforzamos por aumentar el uso de material reciclado en nuestros vehículos y reducir los residuos en nuestras operaciones. Por ejemplo, alrededor del 15 % del acero y los plásticos y una cuarta parte del aluminio del Volvo EX90 son materiales reciclados, y el EX30 contiene alrededor de una cuarta parte de aluminio y una quinta parte de plástico y acero procedentes de materiales reciclados.
Aunque se ha mostrado crítica con la implementación en las infraestructuras en la UE. ¿Cuál es su postura respecto a España en este sentido? ¿Qué propone Volvo para acelerar este cambio? ¿Cree que el mercado español también está comprometido con este cambio?
En España, como en otros países, estamos esforzándonos al máximo para reducir nuestro impacto climático. Aquí, el 20% de los vehículos Volvo vendidos son totalmente eléctricos, una cifra muy superior al 4% de la media nacional. En comparación con los datos de 2018, nuestra red de concesionarios Volvo en España ya ha reducido sus emisiones el 63%. Volvo Car España utiliza únicamente energías renovables, tanto la empresa nacional de ventas como toda la red de concesionarios. Desde hace 20 años, la empresa nacional de ventas y la red de concesionarios cuentan con las certificaciones ISO 14000 y 14001. Pero también vamos más allá de nuestras propias operaciones, cada año, los concesionarios y la empresa nacional de ventas, sus empleados y clientes, ayudan a limpiar más de 15 playas de las costas españolas junto con nuestro socio BNP Paribas.
Otro de los vínculos concretos de Volvo Cars con España es The Ocean Race, pues sigue siendo su patrocinador oficial y siempre ha sido un ejemplo de sostenibilidad. ¿Han establecido o expresado algún objetivo relacionado con la sostenibilidad en esta cita deportiva, cuya próxima edición se celebrará en 2027?
A través del Volvo For Life Fund, Volvo Cars lanza dos nuevas iniciativas para cuidar las costas en colaboración con The Nature Conservancy y la Universidad de Gotemburgo, presentadas en la cumbre de The Ocean Race en Alicante, España. El momento y el lugar no son una coincidencia. Estuvimos en esta cita para fomentar la acción en favor de la salud de los océanos y nos enorgullece anunciar aquí a nuestros dos nuevos socios. La sostenibilidad es mucho más que emisiones de CO2, y estos proyectos pretenden preservar la biodiversidad y apoyar a las comunidades locales.
El Mediterráneo ya ha superado la barrera del grado y medio. ¿Hasta qué punto puede contribuir la movilidad a frenar la escalada?
El sector del transporte es responsable de aproximadamente una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo, por lo que debe tomar medidas para convertirse en parte de la solución. En Volvo Cars, sabemos que la electrificación es el camino a seguir, pero tampoco es suficiente. Ante la triple crisis planetaria actual, cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad, debemos abordar la sostenibilidad desde un planteamiento holístico. Como empresa arraigada en la ciudad costera de Gotemburgo [en la parte occidental de Suecia], llevamos siempre la salud de las costas en el corazón. Volvo Cars va más allá de limitarse a analizar las emisiones de CO2, abordando los impactos sobre la biodiversidad y actuando en defensa de la salud de los océanos y las costas.
Tras la dana, numerosas personas y empresas han perdido sus vehículos. ¿Han puesto en marcha alguna iniciativa para contribuir a la recuperación de la zona?
En primer lugar, me solidarizo profundamente con todos los afectados por la dana. Desde el primer día, en colaboración con los ayuntamientos de Alcobendas y Valencia, Volvo Cars España organizó un convoy semanal para repartir agua, botas, medicinas y cualquier otro artículo necesario. Los conductores y sus acompañantes son nuestros empleados que se han ofrecido voluntarios para ayudar, y nuestro objetivo es seguir haciéndolo cada semana durante el tiempo que sea preciso. También hemos establecido condiciones especiales de compra para todos los valencianos.
Las cifras, a favor de España
Frente a la creencia de que España es un país donde la entrada de coches eléctricos no termina de cuajar, Volvo juega en un contexto completamente distinto. De hecho, cerrará «un año récord de cuota de mercado, con el 1,8% sobre el total». Las cifras facilitadas por la compañía indican que el 20% de las ventas son vehículos eléctricos puros, y el 15%, híbridos enchufables. Las previsiones de cierre es que el mercado crezca el 5 % y que Volvo lo haga el 25% respecto al año anterior. Y es que la marca sueca va a cerrar el ejercicio en positivo gracias a Europa y, en menor medida, EEUU; no así China, donde la compra ha bajado en lo que llevamos del año el 9% . En lo que respecta al continente europeo, Volvo ya ha superado las 335.000 unidades y se sitúa en crecimientos del 29% (65% si solo se tienen en cuenta los modelos electrificados). El país norteamericano, tercero por cuota para el grupo, registra una leve caída (-3% hasta noviembre) por el desajuste que se ha producido entre los coches puramente eléctricos (-63%) en favor de los enchufables (+71%).
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