Meses después, cuando aún coleaba el de Sinner, llegó el caso de Swaitek. La polaca dio positivo por trimetazidina , una sustancia utilizada en tratamientos cardíacos, en un control realizado el 12 de agosto, poco antes del Abierto de Cincinnati . Según indicó la Agencia Internacional para la Integridad en el Tenis (ITIA) , la sustancia llegó a su cuerpo a través de la contaminación de un medicamento de melatonina que usaba regularmente para combatir el jet lag y los problemas de sueño.
La ITIA, después de entrevistarse con la jugadora y su entorno y de llevar a cabo investigaciones y análisis en dos laboratorios acreditados por la AMA (Agencia Mundial Antidopaje), aceptó el argumento de que el positivo se produjo de manera no intencionada al contaminarse por la ingesta de dicho medicamento, y resolvió el caso con un mes de sanción para la polaca, del que en ese momento ya había cumplido 22 días al haberse ausentado de los torneos de Seúl, Pekín y Wuhan.
Falta de transparencia
Como en el caso de Sinner , el positivo de Swiatek se hizo público meses después de detectarse, cuando ya había pasado. Es más, todo se conoció cuando ya estaba de alguna manera resuelto el asunto, al menos para la ITIA , e incluso Swiatek habían estado torneos sin jugar argumentando dolencias que finalmente no eran tales. Solo era la excusa para esconder sus casos hasta llegar a una resolución.
Iga Swiatek celebra su triunfo en Roland Garros. / EFE
Más allá de lo justo o injusto de ambas resoluciones, los procesos estuvieron faltos de cualquier transparencia , lo que generó muchas incógnitas , y que otras voces alzaran la voz. Simona Halep criticó que lo que a su juicio fueron dos casos idénticos, como el suyo y el de Swiatek, se saldaran con dos resoluciones tan diferentes, siendo ella sancionada cuatro años (fue reducida a 9 meses), un castigo mucho más severo.
“¿Cómo es posible que en casos idénticos que se están produciendo la ITIA tenga enfoques distintos a lo que hicieron conmigo? ¿Cómo pude aceptar que la WTA y el consejo de jugadores no me devolviesen el ranking que me merecía? Perdí dos años de mi carrera , me pasé muchas noches sin dormir con pensamientos, ansiedad, preguntas y respuestas… pero se hizo justicia. Resultó que era una contaminación y que el pasaporte biológico era un invento «, se lamentó la rumana.
O el de Nick Kyrgios , siempre dispuesto a encharcarse. «No tengo nada personal contra Iga. Solo creo que debería haber igualdad de condiciones para todos y eso es lo que me molesta. Porque sé que estos tipos sienten que ya tienen una ventaja, siendo increíblemente talentosos, y luego recurrir a sustancias que mejoran el rendimiento , eso me enfurece ya que sé que nunca lo he hecho y nunca lo haré», afirmó, poniendo en duda la involuntariedad de los actos de Swiatek, y de Sinner.
«Luego este tipo se está frotando crema por todo el cuerpo que le da (refiriéndose al italiano) una aura loca. No es justo. Por eso estoy molesto por ello», expresó Kyrgios, al que le gustaría cruzarse con Sinner en el próximo Open de Australia. «Haría que todos los presentes se le echaran encima y se convirtiera en un auténtico caos . Todo respeto desaparecería y haría cualquier cosa para ganar”.
La AMA vuelve a la carga
El caso es que las formas de la ITIA, al menos en el caso de Sinner, no gustaron a la Agencia Mundial Antidopaje , que apeló para que se reabra el caso, al entender que Sinner sí que debe de tener parte de responsabilidad en su positivo. Y en ello está, tras recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
«No discutimos que pudo haber sido una contaminación. En la decisión se consideró que no había culpa de Sinner, pero nuestra posición es que el deportista sigue siendo responsable hacia quienes le rodean, así que este es el punto legal que se debatirá», explicó Olivier Niggli el director general de la AMA.
La AMA considera que la conclusión a la que llegó la ITIA no era correcta según las normas aplicables y, por eso, «solicita un período de inelegibilidad de entre uno y dos años», indicando además en un comunicado que «no pretende la anulación de ningún resultado, salvo el que ya haya sido impuesto por el tribunal de primera instancia».
Será, por tanto, el TAS el que decida en este 2025 sobre el caso, que aún sigue coleando. Mientras tanto, la temporada se iniciará como acabó, con Swiatek y Sinner en lo más alto (la polaca bajó recientemente al puesto número dos) mientras algunos en el tenis tratan de pasar página y otros siguen poniendo el foco en un caso que para nada ha quedado en el olvido.
“Es para disgustarte. Yo puedo perder los nervios, tirar la raqueta, pero eso no tiene nada que ver con hacer trampa y tomar productos que mejoren el rendimiento. Que dos número 1 del mundo sean descubiertos por dopaje es repugnante para nuestro deporte ”, volvió a la carga este viernes Kyrgios, que en Australia volverá a las canchas tras un año sin jugar, y se ha autoproclamado azote de ambos. «Da una imagen horrible. La integridad en el tenis en estos momentos está en entredicho. Todo el mundo lo sabe pero nadie quiere hablar de ello, es horrible».