¿Por qué es importante?
Al ventilar logramos que se produzca la expulsión de partículas de polvo y ácaros , los cuales pueden ser perjudiciales para la salud, especialmente si en el hogar se encuentran personas con asma, bronquitis o neumonía, así como cualquier otra enfermedad respiratoria.
Del mismo modo, este gesto ayuda a eliminar los malos olores y regula la humedad del ambiente, que debe girar en torno del 50% .
El momento ideal
Por lo tanto, a pesar de que puede resultar dificultoso, el hecho de ventilar es clave para mantener un buen ambiente en casa. Sin embargo, hay dos momentos mejores que el resto:
Por la mañana . Justo después de levantarnos, y aprovechando el momento del desayuno y el café, podemos aprovechar para abrir las ventanas de nuestra casa. Así, lo estaremos haciendo en un momento del día en el que la casa no está especialmente caliente -ya que, por lo general, no tenemos encendida la calefacción- y, por lo tanto, no dejamos escapar demasiada temperatura .
Al mediodía . A pesar de que la mejor opción es a primera hora de la mañana, también puede hacerse al mediodía, especialmente, en invierno, aprovechando así el sol y evitando perder tanta temperatura .
El tiempo recomendado
Lo mejor es ventilar durante 15 minutos , ya que es el tiempo que nos permite expulsar las partículas de polvo y ácaros, eliminar los malos olores y regular la humedad del ambiente.
Teniendo en cuenta que un cuarto de hora no es mucho rato, este tiene que ser muy bien aprovechado, y eso quiere decir que la ventilación tiene que ser total , con todas las ventanas abiertas de par en par .
Asimismo, esta ventilación total tiene que ser más frecuente en dos partes de la casa: el baño y la cocina . La primera, porque es fácil que la humedad generada tras la ducha acabe generando hongos , los cuales pueden ser un serio problema . Y la segunda, para evitar que se concentren los olores después de cocinar.