El 4 de octubre de 2023, cerca de un millar de mujeres israelíes y palestinas marcharon en Jerusalén para pedir la paz tras tres cuartos de siglo de guerras y ocupación. “Las vidas de los niños israelíes y palestinos importan, no porque sean israelíes o palestinos, ¡sino porque son niños!”, clamó una de las participantes. Eran miembros de dos grandes organizaciones de mujeres de Israel (Women Wage Peace, Mujeres que Luchan por la Paz) y Palestina (Women of the Sun, Mujeres del Sol). Solo ese año, el Ejército israelí había matado a 232 palestinos, entre ellos 45 niños y niñas. Y las milicias palestinas habían acabado con la vida de 30 israelíes.
Tres días después de aquella manifestación, Hamás lanzó un ataque a gran escala contra Israel en el que murieron al menos 1.139 personas, en su mayoría civiles, y más de 250 fueron secuestradas. El Gobierno de Benjamín Netanyahu ordenó una guerra que ha dejado Gaza destruida casi en su totalidad y al menos 45.000 muertos; en su mayoría, mujeres y niños.
Entre la interminable lista de fallecidos en la Franja bajo las bombas de Israel hay 38 mujeres que pertenecían a la palestina Women of the Sun. Y una de las fundadoras de Women Wage Peace, la israelí Vivian Silver, murió a manos de milicianos de Hamás aquel 7 de octubre.
Pero el horror de las matanzas y las masacres no ha provocado la separación de las dos organizaciones hermanas de mujeres a ambos lados del muro; siguen colaborando y dicen que no piensan parar hasta que se firme un acuerdo de paz.
“Tras el comienzo de la guerra, algunas de nuestras socias decidieron volverse más activas, y otras prefirieron parar, pero conservamos el mismo número de inscritas”, dice a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Pascal Chen, cofundadora de Women Wage Peace. Lleva en la solapa un lazo amarillo de apoyo a los secuestrados por Hamás. “Queremos que nuestro Gobierno se siente a negociar y promueva un acuerdo diplomático entre palestinos e israelíes, en el que las mujeres sean una parte activa. En Israel no tenemos mujeres en el gabinete de guerra o en la comisión para la liberación de los rehenes. Las mujeres han sido clave en los procesos de paz de Irlanda del Norte, Liberia y Colombia, porque tienen una visión más global de los conflictos. Se estima que el porcentaje de éxito de los procesos de paz aumenta en un 35% si participan mujeres”.
La resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas instó en el año 2000 a incrementar la participación y representación de las mujeres en la prevención y la solución de conflictos. Entre otras cosas, porque son buena parte de las víctimas. Eso ha quedado demostrado en la guerra de Israel en Gaza, donde el 70% de los al menos 45.000 muertos son mujeres y niños y niñas. Los ataques de Hamás causaron la muerte de cerca de 300 mujeres israelíes y la ONU también denuncia que hay evidencias “claras” de violencia sexual.
“No podemos tener un rol en el proceso de paz si no hay mesa de negociación”, responde a este diario Reem al Hajjara, fundadora de Women of the Sun. “Pedimos a nuestro presidente y a ambas partes que se sienten a negociar, y queremos un papel en esa negociación. Porque las mujeres son las que más pierden en las guerras. Si hubiera mujeres en esas conversaciones, habría paz”.
Finalistas del premio Sajárov
Las dos mujeres, Chen y al Hajjara, han estado esta semana en Estrasburgo (Francia) para asistir a la entrega de los premios Sajárov a la libertad de conciencia. El galardón esta edición fue concedido por el Parlamento Europeo a los opositores venezolanos y ellas quedaron finalistas. Fueron aplaudidas de pie por el grueso de los 720 eurodiputados presentes en el Pleno del Parlamento Europeo que entregó el galardón. El grueso de la bancada de los partidos de extrema derecha se mantuvo sentada y no aplaudió, según pudo comprobar este diario.
“La extrema derecha ocupa el poder en Israel. Benjamín Netanyahu está sujeto a una orden de detención internacional, que también aplica a los líderes palestinos”, aseguró en la presentación de las dos organizaciones la eurodiputada socialista Chloé Ridel. “Son mujeres que quieren proteger a sus hijos de la guerra. Me sorprendió su planteamiento feminista: querían empoderar a las mujeres palestinas y que pudieran desempeñar ese papel político, que pudieran proteger sus derechos”.
El feminismo pacifista de Reem al Hajjara
La organización feminista palestina que dirige al Hajjara cuenta con 3.500 mujeres. “La mujer palestina sufre porque no tiene el derecho a la palabra libre”, explica al Hajjara. “Por eso creamos en 2021 la asociación Mujeres al Sol y tuvimos una gran respuesta. Porque las madres de los campamentos de refugiados palestinos ven que no pueden impedir que cuando sus hijos cumplen 13 o 14 años solo tengan dos opciones: convertirse en presos o en mártires. La mayoría de las mujeres intentan sensibilizar a sus hijos para que no sean rehenes de movimientos políticos que terminarán matándolos”.
La palestina encaja la interminable cadena de masacres que perpetra Israel en Gaza (un “plausible” genocidio, según La Haya) poniendo el foco en quienes como ella, pero en el otro lado, promueven la paz. “Cuando una mujer israelí me dice que su hijo quiere vivir como el mío, que hay igualdad entre ambos, con todo el orgullo le doy la mano”, aseguró el pasado martes ante la prensa internacional en Estrasburgo. “Y hablo con el corazón: deseo colaborar con ella. Queremos poner un punto final a este río de sangre permanente. Allí donde están mujeres presentes, jamás piden la guerra, sino la paz para ellas y para sus hijos”.
El feminismo pacifista de Pascal Chen
“Nos negamos a ser enemigas, nos negamos a que nuestros hijos sean las siguientes víctimas de este conflicto”, subraya por su parte Pascal Chen. “Exigimos que nuestros líderes nos den un futuro de seguridad, desde el río Jordán hasta el mar”.
La israelí de origen francés transforma sin miedo un eslogan que tanto su Gobierno como Hamás usan con un mensaje opuesto: para expresar su pretensión de quedarse con todo el territorio de la Palestina histórica.
Y proclama Chen: “Ha llegado el momento de reconocer la fuerza que representan las mujeres. Juntas podemos reconstruir un futuro sobre las ruinas de la guerra”.