El discurso de Nochebuena del rey Felipe VI dejó un llamamiento a la «serenidad» y el «consenso» ante el clima de crispación que gobierna el panorama político. Un mensaje que está aprovechando Juan Manuel Moreno Bonilla en su confrontación particular con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El lider del Ejecutivo andaluz se autoproclama un ejemplo de talante, frente a la «confrontación» que se da en otros territorios, apuntando directamente hacia la capital. La quiniela para determinar a un hipotético sucesor de Alberto Núñez Feijóo al frente del PP a nivel nacional, ha puesto en guardia a ambos barones, que defienden modelos de gestión contrapuestos.
El pasado miércoles, Moreno Bonilla habló a los micrófonos de la Cadena SER, donde no escondió el dedo que señalaba hacia la Comunidad de Madrid: «De lo que más orgulloso me siento es de que en Andalucía no ha llegado con las virulencias, las formas que se ven en otros espacios, especialmente en Madrid, esa confrontación, esos bloques, ese nivel de tensión que se vive allí», decía el lider del PP andaluz. Su estrategia de personificar la moderación y la búsqueda del diálogo es el arma perfecta en su duelo personal con Ayuso, con la que rivaliza en un hipotético relevo en el despacho de Génova 13.
El presidente andaluz también habló, precisamente, sobre sus perspectivas como posible sucesor de Feijóo, cogiendo distancia y asegurando que está en otra posición «vitalmente». Moreno Bonilla habló de su trayectoria en Madrid, cuando fue secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad en el gobierno de Mariano Rajoy, asegurando que esa etapa «se acabó», y que ahora tiene «un compromiso político en Andalucía, que es el que me ilusiona». En este sentido, el lider andaluz no habló de Ayuso, la otra gran candidata a la presidencia nacional del PP, pero si que dejó claro que su cabeza está centrada en agotar su legislatura al frente de la Junta.
Las sombras de Moreno Bonilla en Andalucía
La intención de Moreno Bonilla es, asegura, reeditar la presidencia de Andalucía en 2026. La mayoría del PP en la región es «suficiente», y no hay intención en el feudo popular de adelantar las elecciones, a pesar de las sombras que rodean su gestión. La imputación de los tres gerentes que ha tenido el Servicio Andaluz de Salud (SAS) durante su mandato por un caso de corrupción en las contrataciones, no parece suficiente para hacer que Moreno Bonilla se plantee su futuro al frente de la Junta. El dirigente le quitaba hierro al asunto, y limitaba la cuestión relativa a los contratos a dedo firmados una vez que finalizó el estado de alarma, y que están siendo investigados, a un «reproche administrativo«.
El argumento de Moreno Bonilla es que, tras consultar a unos “conocidos que son magistrados de otro ámbito» no vieron nada punible en el caso de presunta corrupción sanitaria. En la misma línea, atribuyó todo el caso a una querella «política» del PSOE. Sobre los socialistas, el presidente habló de la rotura del pacto entre Jaén Merece Más y el PP, que resultó en una moción de censura que devolverá la alcaldía de Jaén al PSOE. Moreno Bonilla atribuye este movimiento a «una acción concreta» de María Jesús Montero. La vicepresidenta primera, que suena como posible reemplazo de Juan Espadas al frente del PSOE-A, es la precursora, según Moreno, de esta maniobra.
Frente a otras cuestiones como la Vivienda, Moreno Bonilla defendía que, al igual que otras comunidades también gobernadas por el PP, su equipo no haya topado el precio en las zonas tensionadas, es decir, en las que los precios están disparados: «Tenemos que facilitar las cosas a los arrendadores para que tengan un mínimo de seguridad y vamos a hacer más vivienda con una bolsa de suelo público para abaratar ese suelo y hacer promociones de vivienda», explicaba.