Las decenas de campas que continúan instaladas en los municipios afectados por la DANA se han convertido en el blanco de muchos ladrones que han visto en esta desgracia la oportunidad perfecta para sacar tajada y hacer su particular ‘agosto’.
Más allá de los problemas de seguridad ciudadana que suponen, los vecinos alertan de la presencia de cacos que, aprovechando la ausencia de policía y Guardia Civil, acuden por las noches para robar piezas que posteriormente reutilizan, e incluso en muchas ocasiones luego venden en el mercado negro. La denuncia llega desde Alfafar, pero es un escenario que se repite en todos los municipios de l’Horta Sud en los que sigue habiendo vertederos de coches que llevan casi dos meses esperando a ser retirados.
«Van a por los que tienen más valor»
Como cada mañana desde hace más de 50 días, dos vecinos que prefieren omitir su nombre para preservar su intimidad aprovechan su paseo matinal para comprobar el estado en el que se encuentra el vehículo de uno de ellos, amontonado en una campa de Alfafar. Su coche fue siniestrado por la riada que arrasó el municipio el pasado 29 de octubre y desde entonces permanece «abandonado» en un solar a escasos metros de Ikea a la espera de que la administración competente «lo retire» y le dé indicaciones de lo que tiene que hacer.
«Vengo para comprobar qué es lo que me han robado hoy», afirma el propietario, quien denuncia los «continuos robos» que se producen «cada noche» en esta campa improvisada de Alfafar. Según sospecha, una banda de delincuentes está aprovechando el «escaso» control policial para desvalijar los vehículos que permanecen ahí amontonados. «Van a por los que tienen más valor», afirma. Entre ellos, el suyo, un vehículo eléctrico de reciente matriculación que adquirió hace menos de dos años.
«Aunque esté siniestro, el coche sigue siendo mío»
«Cuando supe que lo habían dejado aquí decidí pasar a ver cómo estaba. Hace unos días me di cuenta de que me habían robado hasta las llantas, que valen un dineral. Desde entonces me entró la paranoia y empecé a venir todas las mañanas para revisar si falta alguna pieza más», denuncia el vecino mientras comprueba con impotencia como los ladrones han vuelto a saquear su coche. «He llegado hace un rato y me he dado cuenta de que por lo visto anoche se llevaron la pantalla de dentro. Es indignante«, afirma visiblemente enfadado.
El joven reivindica que, pese a que su coche ha quedado destrozado, «sigue siendo mío, y tengo todo el derecho a vender las piezas sueltas si me da la gana, porque para eso sigue siendo de mi propiedad». En este sentido, reclama que se refuerce la vigilancia en la zona ya que, asegura, «el problema es que por aquí no pasa nadie a controlar. Con todo esto que ha pasado, la poca Policía Local y Guardia Civil que hay en el pueblo, esta zona apenas la pisan».