Verónica lleva años trabajando como inspectora de la policía judicial en Sevilla con el juez Romero, al que admira. Ella se toma muy en serio su trabajo y ambos comparten un objetivo común: acabar con la violencia que provocan los Aguilar y los Muñoz.
Aparte del trabajo, les une una buena amistad, nacida de Sonia, la mujer de Romero y amiga de Verónica. Gracias a Sonia, que le puso en contacto con Romero, pudo encontrar su sitio profesional cuando pidió el traslado a Sevilla, tras separarse de su pareja.
Tras un año en el que Romero y Verónica apenas han coincidido, la investigación del accidente de Hugo Aguilar los conecta de nuevo. El hecho de estar involucrado el coche de Sonia, introduce a Romero en el caso desde el inicio. Después, el interés que Romero va mostrando por Verónica, le hará sentirse halagada.