La derrota del Leyma Coruña ante el Bilbao empañó una jornada a la que solo le faltó un triunfo naranja para desatar el éxtasis del baloncesto coruñés. El club organizó durante todo este sábado una fan zone en Expocoruña para hacer las delicias de la afición antes, durante y después del último partido de un 2024 que quedará para siempre en la memoria de la ciudad.
Los aledaños del Coliseum vivieron desde primera hora de la mañana una fiesta de música, comida, juegos, fotografías y, cómo no, mucho baloncesto. Las pistas de baloncesto 3×3 instaladas en el interior de Expocoruña atrajeron a numerosos niños y niñas dispuestos a competir en los torneos que organizó el club a lo largo de todo el día en categoría infantil, minibasket y preminibasket. Los uno contra uno, o tres contra tres, amenizaron la previa del partido a los padres, aficionados y curiosos que llegaron al recinto a medida que se acercaba la hora del partido.
Con una parada para comer, en los múltiples foodtrucks instalados en el recinto ferial, la afición comenzó a llegar en masa a medida que se acercaba la hora del partido. Muchos abarrotaron las pistas de 3×3, otros se contentaron con intentar atrapar los balones que pendían en los pósteres gigantes de Brandon Taylor, Yunio Barrueta o Atoumane Diagne. No faltaron los desfiles por el photocall instalado en la entrada del recinto ni las carcajadas en las canastas hinchables que encandilaron a los más pequeños durante toda la jornada.
Solo lo importante, el partido del Leyma contra el Bilbao, quitó la atención de la fiesta durante dos horas. La marea naranja volvió a rozar el lleno en el nuevo Forno del baloncesto coruñés con 8.142 espectadores su interior. Vibraron, cantaron, animaron y, también, criticaron con silbidos algunas decisiones arbitrales.
La derrota naranja contra el equipo vasco, que desplazaron a una delegación de aficionados hasta A Coruña, aguó una fiesta que prometió llevar la diversión y la pasión por el baloncesto hasta el filo de la medianoche. El Leyma cayó, pero la familia naranja, más numerosa que nunca, pudo gozar de una jornada única de puro baloncesto para despedir un 2024 para la historia.