La segunda edición del Gran Premio Castellón-Ruta de la Cerámica está a la vuelta de la esquina. En menos de un mes, las carreteras de la provincia volverán a acoger a un puñado de los mejores ciclistas del pelotón internacional, en un homenaje a Castellón, a sus paisajes y a la cerámica, ese sector tan arraigado en esta tierra. Será con un itinerario muy similar al del año pasado, cuando esta prueba se estrenaba en el calendario, dejando ganas de más. De muchísimo más.
El 25 de enero del 2025, la clásica, de 171,7 kilómetros, comenzará a las 12.30 horas desde el Parque Ribalta de la capital de la Plana, punto de partida de un itinerario que discurrirá a través de los municipios y los núcleos cerámicos más representativos de la provincia. La meta, con una llegada prevista para las cinco de la tarde, se ubicará, nuevamente, en el Museo del Azulejo Manolo Safont de Onda.
La montaña
Los ciclistas deberán superar los tres altos puntuables de la jornada, con la Coma (tercera categoría) en los primeros kilómetros; el alto de la Serratella (segunda), con 14 kilómetros de subida en la parte intermedia de la carrera; y el Collado de Ayódar (segunda), como punto clave, ya que se corona a tan solo 11 kilómetros de meta. En cuanto a las metas volantes, Vall d’Alba acogerá las dos primeras; y la tercera, en Sant Joan de Moró.
Uno que lo conoce bien
Pocos corredores conocen mejor el itinerario que Víctor Martínez, puesto que el Gran Premio Castellón-Ruta de la Cerámica pasará por la puerta de su casa. El benlloquí, que ha firmado con el Sabgal-Anicolor de Portugal, confía en estar en la línea de salida, una de las novedades para el 2025.
«Es un recorrido muy parecido al del año pasado. Se saldrá desde la Coma (kilómetro 3), un punto muy interesante donde ya puede formarse una fuga, si hay ganas», introduce. «Luego se va hacia Vall d’Alba y Benlloc, con la variante de que el año se subió hacia la Serra d’en Galceran y ahora se irá hacia la Torre d’en Doménec para ascender la Serratella», añade. A partir de ahí, Els Rosildos y Els Ibarsos, dirección Vilafamés, siguiendo por Sant Joan de Moró, l’Alcora y Ribesalbes «bajando por el lado del pantano hasta casi el apeadero de Betxí», para un primer paso por Onda, la decisiva subida del Collado de Ayódar y descender hacia el Museo del Azulejo.
Participación de lujo
Todavía faltan concretar escuadras y también corredores, pero será de nivel. «Estarán los mejores equipos, ya que la organización ha tenido este año más solicitudes, la televisión estará en directo…», comenta Martínez, quien confía en correr y en dejarse ver «A ver si podemos estar presente en las fugas; y, si no, llegar lo más lejos posible, aunque son carreras complicadas porque, al ser principios de año, hay muchas ganas de batalla».
Primera entrega
La primera edición fue para el australiano Michael Matthews (Jayco AlUla), vencedor al esprint en un grupo de 23 unidades, por delante del francés Pierre Gautherat (Decathlon AG2R La Mondiale) y del español Alex Aranburu (Movistar), entonces con 173,9 kilómetros, con 126 ciclistas de 18 escuadras (siete WorldTeams).
Más ciclismo de élite en febrero
La Vuelta 2025 no pasará por Castellón, pero el ciclismo de élite tendrá una segunda cita en la provincia, casi a renglón de seguido del Gran Premio Castellón-Ruta de la Cerámica: la Volta a la Comunitat Valenciana. Aún se desconoce el número de etapas, de las cinco de la 76ª edición de la ronda autonómica (5 al 9 de febrero), que se disputarán en Castellón. Se sabe la meta de la tercera etapa (la localidad valenciana de Alpuente) y que acabará en la capital del Túria.